Antes de completar la primera semana de competición, Nasser Al-Attiyah soporta sobre sus hombros la presión de saberse la única baza que posee ya Toyota para el triunfo final, después de que sus compañeros de equipo, Giniel de Villiers y Bernhard ten Brinke, hayan quedado descartados por diversos contratiempos desencadenados entre ayer y hoy. Sin embargo, el hecho de tener que defender en solitario el fuerte de los japoneses no parece haber afectado lo más mínimo a la moral de combate del piloto catarí, que lejos de aminorar la marcha, ha vuelto a afrontar con el cuchillo entre los dientes la etapa maratón, sumando un nuevo triunfo que le ha servido para distanciarse ya por casi 9 minutos de Stéphane Peterhansel.
El galo, la única esperanza a su vez del equipo Mini para triunfar en Perú con el nuevo buggy alemán, ha cedido 1´52" respecto a su principal rival, situándose en cualquier caso segundo de la general, por delante de Nani Roma, toda vez que otro de los satélites de X-Raid, Yazeed Al Rahji, ha caído al quinto puesto, después de haber cedido más de un cuarto de hora en la jornada de hoy.
Sébastien Loeb, otro de los damnificados por la escabechina que se produjo ayer, ha completado la etapa justo por delante del piloto árabe, que ha precedido en la clasificación a Carlos Sainz, presente aún en carrera después del varapalo de ayer, con el objetivo de seguir amoldándose al Mini y, dependiendo cómo se desarrolle la carrera, echar una mano si se tercia a sus compañeros de equipo.