La octava etapa entre San Juan de Marcona y Pisco ha sido otra de esas jornadas en las que el Dakar, el raid más duro del mundo, se sacude de encima favoritos y da un vuelco a la clasificación. Esta vez la cuerda se ha roto por el lado mecánico. El motor de la Honda de Ricky Brabec ha dicho ‘basta’ a los pocos kilómetros de empezar la especial y, con ello, se ha abierto la veda para heredar esa primera posición en la categoría de motos.
El más fuerte ha sido el australiano Toby Price, que hace apenas un mes tuvo que ser operado por una rotura de escafoides en su mano derecha. Con un guante especial y con la muñeca ardiendo en meta, el ganador de 2016 ha terminado en tercera posición en esta etapa de 575 kilómetros, la antepeníltima del Dakar peruano. La primera ha sido para su compañero de equipo Matthias Walkner, que parece dispuesto a no entregar fácilmente el número uno que obtuvo el año pasado. Si hace un día parecía descartado de la lucha por el triunfo, ha atacado al máximo para ganar la etapa y escalar hasta la tercera plaza a seis minutos y medio de Price.
Día redondo para el equipo oficial KTM. No es casualidad que la marca austriaca lleve 17 años haciendo del Dakar su coto privado y, una vez más, sus pilotos llegan a la recta final de la carrera en las primeras posiciones. El tercero en discordia, ganador en 2017 y vencedor de dos etapas en lo que va de carrera, el británico Sam Sunderland, es cuarto a sólo tres segundos de Walkner.
Y en medio de tanta KTM, su primera hermana, la Husqvarna del chileno Pablo Quintanilla, resiste en segunda posición a un minuto y tres segundos del líder. Tampoco conviene descartar al francés Adrien Van Beveren, que a menos de diez minutos aguarda su oportunidad de hacer un roto al equipo austriaco. Hoy se ha perdido y ha vuelto a ceder tiempo. Parecen descartadas ya las Honda después de que Kevin Benavides, el único de sus favoritos que sigue en carrera, haya perdido más de un cuarto de hora este martes por un mal funcionamiento del iritrack.
Sensacional el Dakar de Oriol Mena, que a dos días de su finalización es undécimo, mientras Laia Sanz, portentosa, ha escalado a la decimotercera posición, mejor incluso del ‘top 15’ que se había marcado como ambiciosa meta tras participar de milagro en el raid.
Foto: Red Bull
