Y llegó la redención. Después de un 2018 casi en blanco, viéndose derrotado recurrentemente por un Miguel Fuster que, durante el pasado curso, mostró mayor fortaleza mental que él, Iván Ares ha vuelto a saborear al fin el champán de la victoria en el Rallye Villa de Adeje. El mejor desquite posible para el coruñés, un año después de que Cohete Suárez le birlara el triunfo con la meta ya a tiro, casualmente, después de una lucha sin cuartel, otra vez, frente al piloto praviano.
El susodicho (ganador del TC+) lo ha intentado con insistencia, pero, esta vez, no ha conseguido apear del burro a Ares. Las diferencias entre ambos han sido mínimas desde la etapa de ayer. El de Cambre no ha flaqueado lo más mínimo en esta ocasión, asegurando una victoria muy necesaria para su moral, que, a su vez, le aúpa al liderato del Nacional.
Surhayen Pernía no ha podido reintegrarse de ningún modo en la lucha por el triunfo de la que fue partícipe ayer, durante la primera batería de tramos de un Rallye Villa de Adeje que ha propiciado el regreso de un GT, dos años después, a sus posiciones de privilegio. Una vez más, gracias al loable desempeño del local Enrique Cruz.
Otro piloto tinerfeño, Adrián García, ha situado su Peugeot 208 T16 R5 en sexto lugar, por delante de los Suzuki Swift R+ pilotados por Javier Pardo y Manuel Mesa, primeros clasificados entre los N5, después de que Joan Vinyes haya sufrido un pinchazo al comenzar la antepenúltima especial, viéndose relegado por ese motivo hasta la undécima plaza.
Entretanto, Sergio Fuentes (decimocuarto) se ha hecho con un doble triunfo; por un lado, de la categoría R2, y, por otro, del Trofeo de España de Dos Ruedas Motrices (2RM), apartado que continúa encabezando Alberto Monarri, con el Abarth 124 oficial, después de haber protagonizado una espectacular remontada hasta el segundo puesto, maquillando así el problema en el turbo que le pasó ayer factura a lo largo de la primera sección.