DEPORTE
WRC

Treinta años de la leyenda de Sainz y Moya

  • Con Toyota obtuvieron un total de dos títulos y quince triunfos

Con la temporada deportiva interrumpida, es un buen momento para recordar uno de los mayores hitos en la historia del automovilismo español. En 2020 se cumplen treinta años de la primera victoria de Carlos Sainz y Luis Moya en el Mundial de Rallies y, también, de su primer título mundial. La imagen de esta mítica pareja a bordo del no menos legendario Toyota Celica GT4 del Toyota Team Europe de Ove Anderson forma parte de la memoria colectiva de los aficionados de todo el planeta.

Quedan algo más de dos meses para que se cumplan esos treinta años del estreno de Sainz de su palmarés mundialista de triunfos. Fue en el Rally Acrópolis (Grecia) que se celebró entre los días 3 y 6 de junio. Aquella edición cumplió con su tradicional fama de prueba dura, con unos tramos plagados de piedras y unas temperaturas que, como recuerdan las crónicas, hicieron que dentro del habitáculo se sobrepasaran los cincuenta grados. El dúo de Toyota se impuso a los Lancia oficiales de Juha Kankkunen-Juha Piironen y Miki Biasion-Tiziano Siviero.

Meses después, el 18 de octubre, en el Rally San Remo (Italia) en el que quedaron por detrás de los Lacia de Didier Auriol-Bernard Occelli y Juha Kankkunen-Juha Piironen, Sainz y Moya redondeaban la gesta al hacerse de manera matemática con su primer título mundial, un peldaño inédito en la historia del automovilismo español.

En ese camino hacia el número uno se hicieron con cuatro segundos puestos en Montecarlo, Tour de Corse (Francia), Argentina y Australia; y ese tercer puesto en Italia a falta de una prueba para la finalización del campeonato. En la última, el Rally RAC de Gran Bretaña, Sainz y Moya obtuvieron su cuarta victoria junto a las de Grecia, Nueva Zelanda y Finlandia.

Así fue la temporada

Tras sumar tres podios en su primera temporada juntos en el WRC, en 1989, el Toyota Team Europe (TTE), Carlos Sainz, Luis Moya y el Celica GT-Four afrontaban 1990 con la máxima ambición y un único objetivo: llevarse el título mundial. La temporada comenzó casi de forma perfecta, con un podio en la primer cita del año, el Rally de Montecarlo. La siguiente cita del calendario, el Rally de Portugal, fue la única que no terminó el piloto madrileño, que desde ese momento no se bajó del podio salvo en la tercera carrera del mundial, el Rally Safari.

Así, tras regresar de África, Sainz y su Toyota Celica GT-Four sumaron cuatro victorias, tres segundos puestos y una tercera plaza, siempre en dura pugna con su gran rival Didier Auriol. Después de ser segundos en el Rally de Córcega, el dúo Toyota-Carlos Sainz se apuntó dos victorias consecutivas, en el Rally Acrópolis, en Grecia, y en el Rally de Nueva Zelanda, consiguiendo una jugosa ventaja al no competir sus máximos rivales porque esta prueba no era puntuable para el Mundial de Constructores.

La segunda plaza en el Rally de Argentina y la histórica victoria de Sainz con su Toyota Celica GT-Four en el Rally 1.000 Lagos de Finlandia, al ser el primer piloto no escandinavo en lograr el triunfo en esta prueba, situaron a Toyota y a Carlos Sainz en la mejor posición para proclamarse campeones, más aun si cabe tras el abandono de su gran rival en tierras nórdicas.

Otro segundo puesto en Australia situó al Toyota Team Europe (TTE) en la mejor posición para afrontar el Rally San Remo y lograr allí el título de la mano de Sainz, Moya y su Celica GT-Four. Dominaron la prueba de principio a fin pero en el último tramo cedieron el liderato tras un pequeño error, nada importante a la postre dado que el tercer peldaño del podio aseguró el título.

Quince victorias y dos títulos

A lo largo de su dilatada trayectoria mundialista que se prolongó hasta 2005, Sainz obtuvo un total de 26 triunfos, 15 de ellos con Toyota; en 1990, 1991 y 1992 con el Celica (13) y, en su segunda etapa como oficial de la marca, entre 1998 y 1999, con el Corolla WRC (2). Con ninguna otra marca obtuvo tantos éxitos, ya que con Subaru firmó cuatro victorias, con Ford otras cinco y con su última marca, Citroën, obtuvo dos.

El de 1990 fue sólo el primero de una gran cosecha de triunfos, ya que, tras el subcampeonato de 1991, Carlos Sainz y Luis Moya volvieron a proclamarse campeones del mundo en 1992 a los mandos del Toyota Celica Turbo 4WD (ST185) de Toyota Team Europe (TTE).

Este éxito de Sainz y Moya lo fue también de Toyota, que con ellos obtuvo su primer título de pilotos y copilotos, algo que nunca había logrado una marca japonesa. El segundo título, el de 1992, fue el primero de los tres títulos de pilotos que Toyota logró de forma consecutiva, junto al de 1993 con el finlandés Juha Kankkunen y 1994 con el francés Didier Auriol, ambos también al volante del Celica Turbo 4WD.

Tendrían que esperar hasta esa temporada 1993, ya con el dúo español en las filas de un equipo Lancia venido a menos y con la denominación Toyota Castrol Team, para hacerse con su primer título de marcas, algo que repitió en 1994 y 1999. Después de un largo paréntesis, Toyota regresó al World Rally Championship en 2017 y un año más tarde volvió a hacerse con el mundial de marcas. El pasado año obtuvo el de pilotos y copilotos con Ott Tänak y Martin Järveoja.

En total, Toyota suma nueve títulos mundiales en el WRC, cinco de pilotos (1990, 1992, 1993, 1994 y 2019) y cuatro de constructores (1993, 1994, 1999 y 2018).

 

Fotos: Archivo Repsol y Toyota

 

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