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Cooper SE: El eléctrico con maneras MINI

  • Índices de confort indénticos al de la versión térmica
  • 184 CV de potencia y 270 Nm de par
  • Hay cuatro modos de conducción seleccionables

Entre las muchas marcas que se han subido al tren cero emisiones con un modelo propio está MINI. Y, como no podía ser de otra manera, el mayor encanto de su Cooper SE es añadir un sistema de propulsión enteramente eléctrico respetando por completo aquello que ha hecho de la conducción de un MINI toda una experiencia. Es el primer modelo de su tamaño y con etiqueta Premium en ofrecer una versión eléctrica.

La marca de origen británico ahora propiedad de BMW –un experto ya en la materia– juega con ventaja porque los genes eléctricos, con las baterías dispuestas en el suelo del coche y la inmediata entrega de par del motor (270 Nm), subliman ese carácter MINI. Son 184 los CV (135 kW) que proporciona ese propulsor, una potencia muy próxima al de la versión Cooper S con motor térmico, mientras su autonomía en ciclo WLTP es de 234 kilómetros con un consumo medio de 15 kWh a los 100 kilómetros.

Es así gracias al uso de una batería de iones de litio compuesta por celdas divididas en una docena de módulos y dispuestas en forma de T. Este acumulador de energía tiene 32,6 kWh de capacidad y con esa disposición entre los asientos delanteros y por debajo de los traseros, no interfiere en el confort interior al mismo tiempo que rebaja el centro de gravedad en 30 mm. Al ser bastante más ligero que un motor gasolina o diésel, MINI también ha podido hilar muy fino en otra de las características inherentes en toda su gama: el equilibrio del reparto de pesos.

Volviendo a los índices de confort interior, éstos son idénticos a los de cualquier MINI tres puertas, incluyendo el maletero de 211 litros de capacidad ampliable a 731 litros al abatir los asientos posteriores. A efectos estructurales, la única diferencia es que, para mantener la distancia libre al suelo, la carrocería está 18 mm más alta. Comparado con el Cooper S con cambio automático, el SE pesa 145 kg más.

Si el Cooper SE mantiene toda la idiosincrasia MINI es porque desde el principio del desarrollo de la actual generación ya se tuvo en cuenta esta derivación eléctrica. Además, aunque su sistema de propulsión se hizo a medida en los centros tecnológicos que BMW tiene en Alemania, su producción se lleva a cabo, como en los demás MINI, en la planta que la marca tiene en Oxford.

 Pocos cambios en el diseño

MINI dice que ha hecho unas modificaciones “selectivas y discretas” en el diseño de su modelo franquicia que en absoluto afectan a la esencia de este coche. Apenas se diferencia por el logo ‘MINI Electric’ en relieve; las pinceladas en amarillo en carcasas de los retrovisores, calandra, intermitentes, portón trasero y parrilla delantera; la rejilla de la parrilla que, a pesar de conservar su estructura hexagonal, está cerrada en este modelo o las llantas de aleación de 16 o 17’’ que, como los bajos, presentan un diseño aerodinámico. La toma de carga conserva el lugar que habitualmente ocupa la boca del depósito de combustible de las versiones estándar.

Dentro, en el habitáculo, salta a la vista el cuadro de instrumentos específico con una pantalla de 5,5 pulgadas y diseño ‘black panel’. El interfaz de la pantalla central varía su color (rojo, blanco o verde) según el modo de conducción activado. El cuadro de instrumentos muestra información como el nivel de carga, la autonomía restante, los mensajes de guiado del navegador o la detección de señales de tráfico. Al ponerlo a cargar, además de la hora, la temperatura exterior y la autonomía, también se muestra el porcentaje de carga y el tiempo que queda para que se complete el proceso. El Cooper SE se puede cargar mediante un enchufe convencional, a través de un Wallbox de la marca o en una estación pública. La unidad de carga está diseñada para una capacidad máxima de 50 kW; es en esas condiciones como puede recargarse la batería un 80% en 35 minutos.

Con el equipamiento de serie, el Cooper SE incluye un navegador con servicios MINI Connected hechos a medida de modelos eléctricos como éste. Por ejemplo, la pantalla eDrive informa sobre el consumo instantáneo, la autonomía, el radio físico de acción, consejos para ampliar ese alcance o para potenciar su recuperación y, en el guiado de una ruta mediante el navegador, alternativas más ecológicas para consumir una menor cantidad de energía. Conectado al móvil, es posible visualizar en un mapa los puntos de carga más próximos y de manera remota y a través de la aplicación MINI Connected, se puede ver y controlar la carga de la batería, la autonomía y generar estadísticas del consumo de energía del coche.

Los 184 CV de potencia y 270 Nm de par del motor síncrono se transmiten a las ruedas delanteras mediante una transmisión de una etapa con un diferencial integrado. No emite gases al acelerar, pero sí un leve rumor, el de su sistema acústico de protección para los peatones creado a medida por los ingenieros de MINI para su primer eléctrico y que, en su rango más bajo, intenta mantener una misma presencia acústica que en el resto de su catálogo.

Prestaciones y dinamismo

En datos de aceleración de 0 a 100 km/h (7,3 segundos) se queda a cinco décimas del Cooper S con motor gasolina de 193 CV, aunque sólo precisa 3,9 segundos para alcanzar desde parado los 60 km/h, un valor muy ilustrativo de la agilidad que puede proporcionar el Cooper SE en conducción urbana. Para presumir de esa reactividad, estabilidad y precisión típicamente MINI, su equipo de suspensiones ha sido puesto a punto para esta versión.

También el sistema de control de deslizamiento integrado ha sido rediseñado para adaptar su funcionamiento a la entrega instantánea de potencia que caracteriza a los coches eléctricos. Su ventaja es que las operaciones de control se calculan dentro del propio sistema de propulsión y no mediante una unidad externa, con lo que se optimiza la capacidad de tracción al arrancar y al acelerar en curva.

Hay cuatro modos de conducción seleccionables a través del conmutador situado en el lado derecho del cuadro de mandos: estándar, Sport, Green y Green+. Igual que en otros vehículos eléctricos del Grupo BMW, la recuperación de energía de frenada permite la conducción mediante un único pedal. Con un nivel de deceleración considerable, sólo hay que levantar el pie del acelerador para que el freno regenerativo entre en acción. Sin embargo, el Cooper SE da la posibilidad de afinar el grado de recuperación de energía y de desaceleración al estrenar un conmutador que permite elegir entre dos niveles de retención.

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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