No es un no rotundo, pero tampoco se divisa en el horizonte la posibilidad de que se celebre alguna prueba automovilística en la Isla de Lanzarote. La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, y los alcaldes de los distintos municipios de la isla se han reunido este viernes por la mañana para valorar la recuperación de ciertas actividades una vez el Gobierno de Canarias ha levantado las restricciones que decretó semanas atrás para atajar el repunte del número de contagios de COVID-19.
Aunque se ha acordado que el deporte, el ocio y la cultura van a poder recuperar su actividad, en el caso de las competiciones sólo contempla la reapertura de instalaciones deportivas “sin público en las gradas y con grupos que, en ningún caso, puedan superar las 25 personas”. A diferencia de Gran Canaria y Tenerife, el Gobierno insular no contempla la autorización de ninguna prueba automovilística, pero no ha cerrado la puerta a la posibilidad de que esta prohibición se levante antes de final de año.
La duda es que el automovilismo conejero tiene más tiempo. Fulminado el Rally Isla de los Volcanes valedero para el Campeonato de España de Rallies de Tierra, el Rally Villa de Teguise del Campeonato BP de Rallies de Las Palmas y, sobre todo, el Rally Isla de Lanzarote del Campeonato de Canarias de Rallies de Asfalto están en verdaderos apuros. Sólo un cambio de fecha y la obtención de la autorización por parte del Cabildo de Lanzarote puede salvarlos.
El Rally Villa de Teguise fue reubicado en el calendario el 3 de octubre, mientras el Rally Isla de Lanzarote estaba previsto para el fin de semana del 14 de noviembre. La Subida de Haría, que se pospuso hasta el 5 de diciembre, debería cerrar esta temporada 2020 que, en esta isla, no ha podido siquiera arrancar todavía.