Desde este pasado sábado, el palmarés de Enrique Cruz tiene un brillo especial. El sexto título de Campeón de Canarias de Rallies de Asfalto (virtual hasta que se celebre la última prueba de la temporada), el primero con un R5, ha dado, quizá, aún más valor a los cinco que, de forma consecutiva, obtuvo desde 2014 y hasta 2018 al volante de un Porsche.
Su rendimiento y solidez con el Ford Fiesta R5 MKII que Fernando Capdevila compró a principios de año ha demostrado que Cruz no es un piloto rápido con un GT; es un piloto rápido, sin más. Lo fue con la ‘barquetilla’, cuando al hijo de Juan Cruz se le conocía como ‘Enriquito’ y encadenó hasta tres títulos regionales en montaña; con el Ford Fiesta ST con el que Capdevila se lo llevó a los rallies en 2009; con el R2 con el que protagonizó aquellos duelos a cara de perro con Raúl Quesada y con el Porsche.
Hay quien le achaca que en su etapa con los 997 GT3 2008 y 2010 le faltaron rivales, por eso, este título frente a dos pilotos del calibre de Luis Monzón y Yeray Lemes –dos campeones de España– y con un racimo de R5 inscritos en cada prueba en la que ha participado, pone en un brete a los escépticos. Dos victorias, un segundo puesto y el pleno de puntos en los tres TC+ disputados dejan poco lugar a dudas: Cruz ha sido el mejor en esta temporada.
“El trabajo de todo el equipo DISA Copi Sport sobre el Ford Fiesta R5 de Archiauto Ford ha sido realmente increíble y tenemos un coche fantástico. En cada kilómetro que hacemos con él vamos descubriendo cosas que nos permiten entenderlo mejor e irlo haciendo más competitivo”, ha valorado el ya hexacampeón a través del comunicado de prensa que su equipo remite a los medios después de cada prueba.
Sobre lo que fue su Rally Isla Tenerife, el piloto de La Laguna basó su dominio en su buen feeling con el tramo de ‘Los Loros-Ricardo Avero’. “Era crucial salir con pies de plomo porque una relajación excesiva nos iba a lastrar toda la prueba pero también el salir ‘a cuchillo’ y cometer un error era algo que no podíamos permitirnos. Así y todo fue excitante ver como marcamos el scratch y además con 5” y 8” sobre nuestros más directos rivales en la lucha por el campeonato”.
Icor fue territorio Yeray Lemes durante las tres secciones y, a la postre, acabó marcando el resultado con ese control horario que provocó un aluvión de penalizaciones. “El tramo de Icor fue el que más se nos atragantó, quizás por esa necesidad de no cometer un solo error… pero el de Porís de Abona se nos dio muy bien también. Al final conseguimos cinco scratch y fuimos 19 segundos más rápidos que nuestros rivales en la suma de tiempos de los tramos cronometrados” continuó Cruz que, con esos 20’’ de penalización caía a la segunda posición final por una diferencia de 1,1 segundos.
Ahora, libre de toda presión, Cruz y su copiloto Yeray Mujica tendrán la oportunidad de ponerle la guinda a la temporada en el Rally Islas Canarias donde, por fin, va a tener la oportunidad de medirse a la flor y nata del panorama rallístico internacional y nacional en igualdad de condiciones.
