¿Saben aquello de que, si algo funciona, para qué cambiarlo? Pues en Hyundai pasan olímpicamente de este axioma de la industria automotriz y, una vez más, toman uno de sus modelos estrella para transformarlo por completo. ¡Y qué modelo! El Tucson, el más vendido de toda su gama con más de siete millones de unidades desde 2004 de los que casi millón y medio han circulado por las carreteras europeas.
A pesar de su importancia o, quizá, a causa de ella, Hyundai estrena en la cuarta generación Tucson todo lo imaginable. No hay rincón de este todocamino que no experimente una profunda revolución y en todos sus ámbitos la tecnología ha tenido un papel capital. Incluso lo más obvio, su diseño tan futurista que parece experimental, ha recurrido a algoritmos geométricos y lo último en iluminación.
A esta técnica de diseño se le llama dinámica paramétrica y su resultado se aprecia en el frontal del nuevo Tucson. Mediante tecnología digital se ha creado ese patrón geométrico oscuro cuando está apagado pero que, al encenderse la luz diurna y mediante lo que Hyundai llama “iluminación de medio espejo” adquiere un acabado parecido al de una joya. Es el mejor ejemplo de lo que supone la nueva identidad de diseño de la marca coreana y con el nombre ‘sensuous sportiness’ busca dar emoción a los nuevos lanzamientos con ayuda de la tecnología.
Llegando a los 4,5 metros (+20 mm) y el metro y 86 centímetros de ancho (+15 mm), el nuevo Tucson es ligeramente más grande, aunque mantiene su altura en 1,65 metros. La carrocería está repleta de ángulos y pliegues; los pasos de rueda, ahora son rectangulares y el arco superior de las ventanillas queda delimitado por una moldura cromada que se ensancha en el pilar C y que separa visualmente el techo, que puede emplear un color de contraste.
La espalda del Tucson de esta segunda década del siglo XXI tampoco se parece en nada al anterior. Los pilotos también tienen algunos detalles con ese patrón paramétrico visible también en la base del paragolpes que, como las taloneras, pasos de rueda y bajos del frontal, están acabados en un color oscuro. Hyundai se suma a la moda de las ópticas traseras de diseño continuo que cruzan todo lo ancho del vehículo.
Otro detalle ilustrativo del cuidado por el detalle de esta nueva identidad de estilo de Hyundai es el logotipo posterior, que pasa a ocupar la base de la luneta posterior hecho en un acabado en vidrio liso.
Cabina digitalizada
El cambio de paradigma también es total en el interior. Ni rastro de la anterior línea de diseño, empezando porque la consola central se digitaliza por completo. En primer término, mediante una nueva pantalla táctil de 10,25 pulgadas que integra las funciones de sonido, entretenimiento y navegación; abajo, con un sistema también táctil para la climatización. Como otras marcas, Hyundai prescinde del cuadro de instrumentos convencional para sustituirlo por una pantalla HD también de 10,25 pulgadas y sin ninguna visera u hornacina que la cubra. Paralelamente a este interior digitalizado, Hyundai estrena nuevos servicios conectados Bluelink, como rutas conectadas, localizador del coche y posibilidad de abrirlo o cerrarlo de forma remota o consultar el nivel de combustible.
El volante, ahora con un embellecedor cromado horizontal, también es nuevo, como el reposabrazos cuyo diseño ha sido enrasado con la superficie de la consola central en la que se ubica el nuevo cambio electrónico por botón que hace más amplio y limpio el diseño del interior. Como es bastante común entre los diseñadores asiáticos, los de Hyundai han encontrado inspiración en la naturaleza a la hora de dibujar las superficies del salpicadero y los paneles de las puertas en forma de cascada. Se aprecia también una mayor exigencia en los materiales.
En términos de confort, se le presupone un mayor espacio interior ante el rediseño de la cabina, los 20 mm más de largo, los 10 mm más de distancia entre ejes y un espacio adicional para las piernas de 26 milímetros. La marca declara una capacidad de maletero de 620 litros.
Todo tipo de híbridos
Hyundai presume de tener con el Tucson el todocamino compacto con la oferta más rica de sistemas de propulsión electrificados. Son cinco en total y abarca versiones de hibridación ligera de 48 voltios, híbridos autorrecargables e híbridos enchufables. Toda esta gama se basa en el motor gasolina de inyección directa y sobrealimentado 1.6 T-GDI Smartstream con control de distribución completamente variable, una tecnología que, según Hyundai, mejora el rendimiento en un 4% al mismo tiempo que reduce los consumos un 5% y las emisiones un 12%.
El híbrido combina ese motor con uno eléctrico de 44,2 kW para ofrecer una fuerza de propulsión de 230 CV, mientras con la hibridación ligera de 48 voltios rinde 150 CV. El híbrido enchufable que se incorporará más avanzada la comercialización del Tucson de cuarta generación, alcanzará los 265 CV. Otra novedad importante es la transmisión manual inteligente iMT que en las versiones con hibridación ligera funciona de forma electrónica y desacopla el motor de la transmisión cuando, a velocidad constante, se levante el pie del acelerador, generando así el efecto de navegación a vela.