Decorado aún con pintura de camuflaje es complicado sacar alguna conclusión por lo que nos ceñiremos a trasladarles los aspectos en los que el fabricante hace mayor hincapié acerca de la cuarta generación del Skoda Fabia. Para ello empezaremos por sus dimensiones. El nuevo utilitario crece en base a la utilización, por primera vez, de la plataforma MQB-A0, la misma que utilizan modelos como el Seat Ibiza o Volkswagen Polo. Ello permite ofrecer un habitáculo más espacio, la integración de un sistema de infoentretenimiento más avanzado y complementar la seguridad con sistemas de asistencia más innovadores.
Su actualización también incluye una reinterpretación de su diseño en el que destacan elementos como los faros de LED –full LED disponibles opcionalmente-, propuesta que se traslada igualmente a los grupos ópticos de la parte posterior. A bordo estrena Virtual Cockpit (tablero de instrumentos digital) y el salpicadero admite cierto grado de personalización mediante la posibilidad de escoger entre varias tiras decorativas en diversos colores.
La oferta motriz contempla una selección de cinco motores, todos de gasolina, con un rango de potencia entre 48 kW (unos 66 CV) y 110 kW (150 CV). En concreto se trata de la nueva generación de propulsores EVO del Grupo Volkswagen, en el que se incluye una de las nuevas joyas de la corona, el 1.5 TSI de cuatro cilindros con una potencia máxima de 150 CV, asociado en su caso a una transmisión DSG de siete velocidades de serie.
Como guinda y como es tradición en la marca, esta cuarta generación ofrece 13 nuevas soluciones ‘Simple Clever’, algunas de las cuales proceden de otros modelos de Skoda de categoría superior.