Hay Luis Monzón para rato. Aunque a finales de la temporada pasada parecía que por la cabeza del satauteño rondaba la posibilidad de abrir otro paréntesis en su carrera deportiva, finalmente han podido sus ganas de seguir en la brecha.
Su equipo, el mismo que armó a lo largo de 2020 en torno al Citroën C3 R5, ha dejado listo el coche a la espera de que llegue el nuevo kit ‘Rally2’ con el que Citroën Racing ha intentado mejorar sus puntos débiles. Era una de las esperanzas de Monzón, ya que buena parte de ese paquete de mejoras se centra en algunos de los componentes que más le trajeron de cabeza.
Citroën Racing afirma haber buscado hacer del C3 Rally2 un coche más fácil de pilotar y más económico en su mantenimiento. El ‘kit’ incluye un nuevo software de motor que mejora las fases de arrancada y levantar el pie, un nuevo faldón delantero, nuevos reglajes del diferencial delantero para una gama más amplia de configuraciones, nuevos soportes de motor, mejoras en pinzas de freno traseras y colectores de escape y un conjunto de pedales con reparto de frenada regulable.
Otro de los inconvenientes con los que se encontró en 2020 fue que el calendario se concentró en un puñado de meses. Con una temporada que se prevé más normal que la pasada, Monzón tiene la esperanza de poder dar con una línea de puesta a punto correcta. Y para empezar lo antes posible, su voluntad y la de su equipo es estrenar ese ‘upgrade’ Rally2 en el Rally Villa de Santa Brígida que se celebrará el 20 de marzo. Si no llega a tiempo, Monzón no está seguro de participar.
En cuanto a su programa, a priori disputará el Campeonato de Canarias de Rallies de Asfalto, aunque no en su totalidad. No ve factible hacer los ocho rallies, pero sí ese mínimo de cinco resultados que se van a retener de cara a la lucha por el título.
