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Skoda Kamiq Monte Carlo, atrevido y asequible

  • Elementos distintivos de la carrocería lucen en negro brillante
  • Motor 1.5 TSI de 150 CV y 250 Nm de par máximo
  • El precio es de 20.550 euros (descuentos y financiación incluidos)

Skoda rompe con la habitual relación de correspondencia que había con el rojo en su versión Monte Carlo para dar espacio a otros colores. En este caso, ha sido un elegante Gris Cuarzo en combinación –y aquí sí que no han claudicado- con los habituales elementos de contraste que definen su perfil deportivo. Alineado, por tanto, con los cánones de estilo para este símbolo de su centenaria herencia en los rallies, detalles como el marco de la parrilla y el spoiler del parachoques frontal, las cubiertas de los retrovisores, las barras del techo y los umbrales de los laterales presentan un característico acabado en negro brillante. Del mismo modo, al diseño de la zaga se incorpora un embellecedor en el parachoques con las salidas de escape en los extremos y la inscripción ’SKODA’ en el centro del portón trasero, ambos elementos destacados mediante el mismo recurso de color.

Distintivo también de esta unidad son los faros delanteros y traseros Full LED y  las llantas de 18 pulgadas en combinación con una pequeña rebaja en la altura libre al suelo para procurar una postura más firme y mejorar la respuesta.  Lo mínimo exigible dada su orientación y para que todo no quede en flashes visuales pero que en ningún caso llegan a comprometer su agradable comportamiento.

TALENTO NATURAL

Este pequeño detalle  saca a relucir los atributos originarios del vehículo en esta configuración. La dirección responde de forma más directa y ofrece un poquito más de empuje al pisar el acelerador. Gran parte de la responsabilidad de esta buena actuación corresponde a un motor con el que ya empezamos a estar bastante familiarizados. Se trata del 1.5 TSI, cuatro cilindros en línea,  de 150 CV de potencia y 250 Nm de par máximo. Una mecánica que frente a las de tres cilindros, se ha convertido en la opción estrella de las versiones estándar más prestacionales de los modelos del Grupo Volkswagen.

Lo cierto es que es todo un acierto. Ofrece un rendimiento equilibrado, disciplinado en el rango bajo y medio del cuentarrevoluciones, y mucho más animado a partir del entorno de las 4.000/5.000 vueltas responde de forma valiente. Este comportamiento es ideal en términos de eficacia, mantiene a raya el consumo y las emisiones en las circunstancias habituales de circulación para transformarse en una opción menos discreta, más entretenida, cuando se le exige dar la cara.

Imprescindibles en cualquier circunstancia, ayudas como el front assist para el control de la distancia sobre el vehículo que nos precede, el asistente de mantenimiento de carril o de arranque en pendiente, y como no, la cámara trasera y los sensores de aparcamiento delanteros y traseros para acertar a la primera durante las maniobras de estacionamiento.

INTERIOR 

A bordo y como ocurre en el exterior, existe una acertada combinación entre los detalles alusivos a la designación ‘Monte Carlo’ y cierta discreción. Es clave cómo se asocian el volante y los asientos deportivos, los pedales en diseño de aluminio y los acabados en trama símil de carbono con otros elementos de talante más funcional como el techo de cristal panorámico, los asientos con ajuste lumbar o el cuadro de instrumentos digital configurable.

La ambientación, con materiales de tacto agradable y formas simples, es un ejemplo de inspiración, con especial atención a cómo se resuelve la posición del display principal deprimiendo la línea frontal del salpicadero para ganar en ergonomía. La pantalla permite integrar las aplicaciones del teléfono móvil mediante Apple CarPlay y Android Auto. Los controles de acceso a los servicios del menú principal se sitúan en los márgenes laterales para simplificar su operatividad quedando únicamente fuera de su influencia las funciones del climatizador bizona. Se incluye además toma USB, conexión para dispositivos externos y Bluetooth para llamadas manos libres.

De espacio va muy bien, mejor que muchos de los rivales que juegan en su misma liga. La distancia entre ejes, por encima de la media del segmento, se traduce en efectivas cotas de habitabilidad, sobre todo en las plazas traseras que son las que en la mayoría de ocasiones quedan más comprometidas. El maletero ofrece un volumen de carga de 400 litros, ampliable hasta los 1.395 litros con los respaldos de los asientos traseros abatidos.

 

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