Skoda Canarias, en estado de euforia contenida tras alcanzar una de sus mejoras cotas de mercado en el inicio de este año, no baja la guardia y ante el progresivo aumento de las ventas de coches eléctricos responde con sus mejores armas. De nombre Enyaq iV, lo tiene todo para convertirse en una más que interesante opción.
Así se puso de manifiesto durante su puesta de largo ante los medios de comunicación. Como anfitriones Magüi Melián, CEO de Domingo Alonso Importer, y Nayra Pérez y Manuel Escalante, directora y responsable de producto de Skoda Canarias, respectivamente.
Y es que ni siquiera la incertidumbre por el retraso de los programas de ayuda o la tan cacareada falta de infraestructura de recarga parece poner barreras al despegue de esta categoría. Las previsiones, optimistas todo hay que decirlo, sitúan el índice de penetración a final de año en un 5% del global del mercado insular tal como expuso la máxima responsable del importador.
El despunte podría ser mayor de solventarse la diferencia de precio entre estos modelos y sus equivalentes con propulsor convencional y este es precisamente uno de los principales argumentos que presenta nuestro protagonista. Y es que sumando las ayudas, promociones y descuentos, el cliente podría adquirir un Enyaq iV desde 18.700 euros. En cualquier caso y fijando la vista en la variante “60” que la marca sitúa en el centro de su oferta, el precio parte desde 29.700 euros que tampoco desentona en exceso.
La oferta es amplia. Contempla tres tamaños de batería, cinco niveles de potencia y tracción trasera o total, esta última opción reservada a la versión Enyaq RS iV de 225 kW de potencia (300 CV) y una autonomía de 460 kilómetros. También está previsto la llegada de variantes de acabado como el Sportline y Laurin & Klement.
Para la recarga Skoda estable un módulo máximo de 125 kW –no disponible en todas las versiones-. Existen a su vez dos tipo de wallbox para la recarga doméstica, de 7,4 y de 11 kW.
Hay que partir de la base de que se trata de un vehículo con carrocería SUV, de tamaño generoso, a caballo entre un Karoq y un Kodiaq, y un equipamiento técnico de primerísimo nivel. Sólo un par de detalles, a la parrilla cerrada, como es norma en este tipo de vehículos, se incorpora una exclusiva superficie de aspecto cristalino e iluminada mediante pequeños led en el interior (Crystal Face).
A bordo, mucho, muchísimo espacio, y múltiples soluciones de interacción, desde el cuadro de instrumentos digital (Virtual Cockpit), pasando por una pantalla táctil de hasta 13 pulgadas con control gestual o por voz, hasta la opción de head-up display con realidad aumentada. Un apunte más, el proceso de fabricación del modelo se lleva a cabo con el objetivo de lograr una huella de carbono neutra además del uso para algunos acabados de poliéster reciclado generado a partir del reaprovechamiento de botellas de plástico lo que supone un argumento añadido asociado al compromiso de la marca con la sostenibilidad y el medio ambiente.
