“Más compacta, elegante y agresiva”. Partiendo de la base de que la edición anterior era un auténtico caramelo no será difícil renovar los votos por un modelo que con sutiles modificaciones no pierde ni una gota del legendario atractivo de sus formas que atestiguan sus raíces dentro de la categoría Sports Café.
Vista desde el frontal, el faro redondo se enmarca ahora en un bisel con forma de lágrima y los protectores del radiador, en aluminio bruñido, son más compactos, un recurso de estilo también utilizado en las tapas de airbox.
Del mismo modo se ha escogido el color aluminio para el acabado del subchasis y una estructura más pequeña para la placa de matrícula.
La pantalla TFT de la instrumentación se ha actualizado. Permite cuatro configuraciones de visualización y la gestión vuelve a recaer en los mandos situados en la piña izquierda del manillar. La principal novedad es la incorporación del nuevo sistema Honda Smartphone Voice Control (HSVC) que permite la comunicación entre el conductor con su teléfono móvil vía Bluetooth y de los auriculares instalados en casco aunque en España, como saben, está limitado su uso. Esta edición incorpora también una nueva toma USB bajo el asiento e intermitentes traseros con función de Señal de Frenada de Emergencia (ESS).
Otra de las sorpresas que trae aparejada esta edición es el lanzamiento de la variante Black Edition que se diferencia del modelo estándar por equipar los radios de las ruedas, las placas del basculante, las tapas del motor y los soportes del manillar en color aluminio. Todo lo demás luce un acabado en color negro. La pintura Negro Graphite intenso adorna el depósito de gasolina y la tapa del asiento del pasajero. Más allá de su aspecto estético también se diferencia por montar el quickshifter de serie.
Los únicos cambios en el motor se refieren a ajustes de la PGM-FI para suavizar la potencia y mejorar la respuesta al tiempo que se homologa a la norma Euro5 sustituyendo la sonda lambda por sensores Linear Air Flow. Conserva, eso sí, su excelente cifra de potencia y par -107kW a 10.500 rpm y 104 Nm a 8.250 vueltas, respectivamente- y se caracteriza por sus cortas relaciones de cambio y rápida aceleración. El embrague asistido/anti rebote es súper ligero y ayuda a gestionar las reducciones fuertes y rápidas. El escape tiene un diseño 4-2-1 y el sonido ha sido afinado para dar el verdadero do de pecho a partir de las 5.500 vueltas.
De nuevo el acelerador electrónico Throttle By Wire (TBW) es el encargado de gestionar el comportamiento mediante 3 modos de conducción por defecto –Rain, Standard y Sport- más 1 modo USER.
A su vez hay disponibles 3 niveles de Potencia de Motor (P), Freno Motor (EB) y Control de Par Seleccionable Honda (HSTC); el HSTC también puede desactivarse que varían la intensidad de su intrusión en función del perfil de conducción escogido.
La parte ciclo de la CB1000R no cambia en esta última actualización. Emplea un bastidor mono columna de acero y utiliza placas separadas de aluminio para sujetar el pivote del exclusivo basculante mono brazo de 574,2mm. La horquilla delantera ajustable es una unidad Showa de función separada, Separate Function Fork Big Piston (SFF-BP). Contiene toda la función de amortiguación en una de las barras y en la otra el muelle. El amortiguador trasero Showa es ajustable en precarga de muelle y en extensión.
En la parte delantera, dos pinzas de cuatro pistones y anclaje radial muerden discos flotantes de 310mm, complementados con una pinza de dos pistones y un disco de 256mm en la parte trasera y un ABS de 2 canales.
