El dúo Javier Ruíz-Rafa Sánchez han iniciado su andadura dentro de la Copa de España de Resistencia (CER) y lo han hecho en un circuito que ambos conocían ya de su etapa en el Master Junior Fórmula, el Ricardo Tormo de la Comunitat Valenciana. Allí, y a los mandos de un Renault Clio Cup, el equipo canario tomaron contacto con una especialidad que va a ser su casa a lo largo de esta temporada 2011.
Aunque acabaron lejos de las posiciones de cabeza, tanto Javier como Rafa dejaron una buena imagen, sobre todo porque fueron capaces de sobreponerse a las distintas vicisitudes que se dieron en las dos carreras. Su resultado podría haber sido mucho mejor si no hubieran tenido algún que otro contratiempo en entrenamientos. Después de una sesión de libres sin sobresaltos, en los cronometrados entraron al garaje para cambiar las pastillas de freno del Clio Cup. De vuelta a la sinuosa pista valenciana, los frenos dieron algún que otro susto y un pequeño contacto con uno de sus rivales dañó levemente un amortiguador. Esta sucesión de problemas hizo que ninguno de los dos pudiera rebajar los cronos de la mañana.
Pero Javier y Rafa estaban en Valencia para tomar contacto con la CER 2011, y lo mejor es que el domingo tenían dos mangas para irse familiarizando con ella. En la primera sesión de carrera, programada a 48 minutos más una vuelta, Ruíz era el encargado de comenzar, partiendo desde la decimoctava posición. Acostumbrado a ocupar posiciones mucho más punteras y sin complejo alguno por su inexperiencia sobre turismos, el joven grancanario de 16 años empezó a tirar hasta hacerse con un ritmo de carrera fantástico. Cuando entró en pit-lane para ceder el volante del Renault a Rafa Sánchez era séptimo.
Pero en un día de nervios y de adaptación a la especialidad, al ritmo de carrera, al coche y a los mandos, Javier erró al accionar el limitador nada más acceder a la calle de boxes y dejó el coche sin corriente eléctrica. Transcurrió un minuto hasta que su compañeró reingresó en pista, suficiente para caer a la vigésima plaza. A base de casta y de empeño, Sánchez pudo recuperar algunas posiciones hasta llegar a la decimocuarta.
Para la segunda carrera el equipo isleño volvía a salir muy retrasado en parrilla, desde el puesto 22. Pero esta vez con la autoconfianza de disponer de un ritmo suficiente para ganar posiciones con cierta comodidad. Pero a veces el querer no es poder y en la tercera curva, en una de las zonas más comprometidas del Ricardo Tormo, Sánchez se topaba con un rival al intentar rebasarlo y caía a las últimas plazas. Rafa y Javier tuvieron tiempo de ir recuperando hasta alcanzar la vigésima posición.
Aunque el bagaje en posiciones no ha sido todo lo bueno que esperaban los dos jóvenes pilotos, este fin de semana en Valencia ha sido un cursillo intensivo sobre lo que es la Copa de España de Resistencia, un certamen al que le quedan otros cinco cartuchos a doble cita. El próximo en Jarama (Madrid), el primer fin de semana de mayo. “Ha sido un buen fin de semana. Quizá hemos cometido errores de juventud, pero en el equipo están muy contentos por las prestaciones que hemos podido tener en Cheste. Ahora nos falta adaptarnos a las peculiaridades de este campeonato, algo que requiere un tiempo, pero podemos marcharnos satisfechos del trazado valenciano”, valoró el benjamín del equipo, Javier Ruíz.
Su compañero, Rafa Sánchez, coincidió con él en esa necesidad de seguir con la adaptación al coche y a la especialidad, pero aseguró que su sitio está mucho más arriba. “Dos errores en carrera, uno por manga, nos retrasaron más de lo merecido, pero nuestra lectura es positiva por que rodando en pista sin inconvenientes podríamos haber estado entre los diez primeros. Por un lado estamos cabizbajos por lances concretos del fin de semana, pero por otro muy optimistas de cara al futuro que nos espera en este certamen”, destacaba el piloto de 23 años de edad.
