El Ford Kuga Plug-In Hybrid ofrece una autonomía de conducción eléctrica de 64 kilómetros -88 kilómetros en ciclo urbano- gracias a la fiabilidad, prestaciones y eficiencia de su conjunto propulsor formado por un motor de gasolina de 2,5 litros y cuatro cilindros de ciclo Atkinson en combinación con un motor eléctrico de bajo consumo y la batería de 14,4 kWh. Con estos datos como principal argumento, el Kuga reedita su título como el híbrido enchufable más vendido en Europa. Más de 23.000 clientes ya son propietarios de uno solo en este año, superando en más de un 28% al siguiente PHEV más vendido.
Y es que junto a la opción del vehículo eléctrico puro, los PHEV ganan cada día mayor relevancia gracias a la posibilidad de gestionar de forma más amplia y garante sus desplazamientos tanto de corta como de larga distancia.
Pero ¿cómo usan su Kuga Plug-In Hybrid los miles de conductores europeos que ya disfrutan de sus ventajas? En Ford creen firmemente que los clientes compran vehículos híbridos para beneficiarse de las ventajas de conducir con energía eléctrica, y los datos muestran que los clientes del Kuga Plug-In Hybrid están dispuestos a utilizar sus coches en modo eléctrico tanto como les es posible. La distancia media recorrida por día y el número de viajes de más de 100 kilómetros llegaron a su máximo durante los meses de verano de julio, agosto y septiembre, lo que sugiere que los clientes aprovechan la conducción híbrida de gasolina-eléctrica del modelo para disfrutar de sus vacaciones y actividades de verano.
El análisis de los datos anónimos de los clientes del Kuga Plug-In Hybrid en toda Europa muestra que la distancia media anual recorrida fue de algo más de 10.000 kilómetros, una media de 27 kilómetros diarios. También revela que los conductores del Kuga Plug-In Hybrid son partidarios de mantener su vehículo cargado, con 71 eventos de carga cada 100 días de conducción de media (una media de carga cada 1,42 días). Casi la mitad de las recargas tienen lugar durante la noche y el estado medio de carga al enchufar el coche era del 30%.
Esos datos medios nacen de decenas de miles de usos individuales, con diferentes casuísticas que van desde conductores que solo recargan su Kuga una vez a la semana, hasta los que lo hacen en más de diez ocasiones; lo que demuestra la versatilidad de este modelo y su capacidad para adaptarse a necesidades muy dispares.
Por ejemplo, los conductores más urbanitas podrían circular con su Kuga Plug-In Hybrid en modo eléctrico la mayoría del tiempo y aprovechar al máximo la elevada autonomía eléctrica en conducción urbana, recargándolo solo una vez a la semana. Con ese tipo de uso, incluso se puede prescindir de un punto de carga privado y emplear cargadores públicos para efectuar las recargas.
En el lado opuesto, los que viven en el extrarradio, lejos de su puesto de trabajo, podrían usar su coche en modo eléctrico más de 100 kilómetros al día. Este tipo de conductores recargaría su Kuga Plug-In Hybrid dos veces al día (en casa y en el trabajo) en los días de diario, y también en casa los fines de semana. Estos “heavy users” del Kuga en modo eléctrico podrían recorrer alrededor de 30.000 kilómetros anuales sin generar emisiones locales, como con un coche eléctrico; y disfrutar de la conducción híbrida cuando quieren realizar desplazamientos largos.
Otro interesante uso es el de aquellos conductores que han acostumbrado a enchufar su coche cada noche, al igual que hacen con su teléfono móvil, para beneficiarse de las mejores tarifas de electricidad y disponer de la máxima carga cada mañana. Muchos de ellos se aprovechan de otra de las ventajas de un híbrido enchufable que, por su menor capacidad de batería en comparación con un eléctrico, no requiere de la instalación de un punto de carga en casa: en un enchufe doméstico convencional de 230 V solo emplea entre seis y seis horas y media en cargarse.
