La historia de Freddy Loix (Tongeren, Bélgica, 1970) podría ser la de tantos otros pilotos que apuntaban muy alto en un momento de su carrera deportiva pero que por un giro argumental del destino, se quedan en promesas. Sin embargo, desde que puso sus ojos en el Intercontinental Rally Challenge, ‘Fast Freddy’ parece haber recuperado la ambición del pasado.
Actualmente es junto a Giandomenico Basso el piloto con mayor número de victorias en este campeonato (6), pero a diferencia del italiano, no ha logrado todavía ningún título. En la primera edición del IRC, la de 2006, probó suerte con un Citroën C2 Súper 1.600 en Bélgica, en el Rally Ypres, y no le fue nada mal: fue cuarto. En 2007 repitió en casa con un Volkswagen Polo Súper 1.600 y tras abandonar, disputó otras cuatro citas a los mandos de un Fiat Abarth Grande Punto Súper 2000 con el que obtuvo un cuarto puesto como mejor resultado en Valais.
En 2008 Peugeot Team Benelux confió en él para ir a por el campeonato y no se equivocaron. Loix sumó ese año tres victorias y un podio en nueve participaciones, haciéndose con el subcampeonato por detrás del francés Nicolas Vouilloz, su compañero de equipo. La llegada de nuevos equipos y la falta de fortuna hizo que 2009 fuera un pequeño paso atrás en la carrera de Freddy, que aunque acabó tercero esa temporada sólo pudo subir dos veces al ‘cajón’. El pasado año cambió de aires y montura. De Peugeot a Skoda y Loix volvió a resurgir. Con un coche oficial del BFO Skoda Rally Team logró tres victorias y un podio en sólo cuatro participaciones y acabó en cuarta plaza absoluta del campeonato.
Sus inicios
Pero como decíamos, antes de llegar a este punto, a una temporada 2011 donde puede tener todo lo necesario para obtener su primer título absoluto, Freddy Loix ha recorrido un camino muy muy largo. Sus comienzos fueron, como tantos otros, sobre el descarnado asiento de un kart. Tenía 15 años y después de un lustro haciendo manos se subió primero a un Lancia Delta de grupo N y, más tarde, a un Mitsubishi Galant para ir haciendo méritos en los tramos.
No lo hizo mal, ya que en 1993 pasó a formar parte del programa de pilotos de la tabacalera Marlboro al volante de un Opel Astra oficial con el que obtuvo el título belga de la categoría F2 y llegó a disputar cinco pruebas mundialistas a lo largo de tres temporadas. Su gran paso al frente lo daría en 1996, cuando el potente Toyota Castrol Team lo fichó para centrarse en el mundial al volante de un Toyota Celica GT-Four. Ese año hizo tres rallys y, el siguiente otros seis, llegando a ser líder provisional del Rally Sanremo, aunque ya sobre un Corolla WRC. Con este coche alcanzaría sus mayores logros en el mundial la siguiente campaña, la de 1998, al acabar tercero en Portugal y segundo en España.
La carrera de Freddy parecía ya lanzada, sobre todo cuando Mitsubishi, que tenía a sus filas al campeonísimo Tommi Mäkkinen, lo integró en su equipo en 1999 para cubrir la baja de Richard Burns, nuevo piloto Subaru. Aquella temporada representó un punto de inflexión en la carrera del piloto belga, pero no precisamente para bien. Un terrorífico accidente en el Rally Safari de Kenia lo dejó KO para Portugal y aunque en Cataluña volvió con un notable cuarto puesto, muchos aseguran que Loix no volvió a ser el mismo. En esas tres temporadas que estuvo al volante de un Lancer oficial, no rompió la barrera del cuarto puesto y cuando fichó por Hyundai para desarrollar el Accent WRC con más ilusión que presupuesto, se confirmó que el belga había entrado en un ciclo a la baja en su carrera.
En 2003, después de dos años con un sexto como mejor resultado con el coche coreano, Hyundai anunció que abandonaba los rallys. Casi contra pronóstico, el equipo oficial Marlboro Peugeot Total lo repescó para conducir el 206 WRC en el último rally de la temporada, el de Gran Bretaña. Su sexto puesto parecía un buen presagio, pero en 2004, a bordo del nuevo 307 WRC, Loix sólo pudo hacer un quinto en Montecarlo como resultado más reseñable.
Deportivamente hablando, 2005 fue un año en blanco para ‘Fast Freddy’, hasta que el Intercontinental Rally Challenge se cruzó en su camino. Llega a Canarias tras un trabajado podio en Montecarlo y además de los test que llevó a cabo ayer en Tejeda junto a sus compañeros de campeonato, el fin de semana pasado participó en el 38 TAC Rally con la segunda unidad del Fabia que tiene su equipo.
