El primer día de competición nos ha dejado una jornada intensa, marcada por sensaciones encontradas entre los principales protagonistas y donde las diferencias han estado marcadas por la capacidad de adaptación a un escenario tan particular como los tramos canarios. Y es que mientras unos buscaban ese punto de confianza que les permitiera ser rápidos, otros se limitaban a sobrevivir en la confusión al no lograr dar con una puesta a punto satisfactoria.
De este marco general de incertidumbre ha sobresalido una figura, la de Kalle Rovanperä. Y es que si bien de inicio las sensaciones del joven finlandés no eran del todo buenas, sus tiempos sí que eran competitivos, tanto como para anotarse todos y cada uno de los tramos de la primera sección. Por la tarde, y tras realizar algunos ajustes en su Toyota GR Yaris Rally1, consiguió mejorar, cerrando la jornada con un nuevo hat-trick que lo sitúa a la cabeza en la tabla clasificatoria.
Sebastin Ogier, por su parte, se mostró algo más sereno, aunque tampoco estuvo ajeno a las dificultades, la veteranía es un grado. De regreso a la competición tras su única participación este año en Montecarlo, reconocía llegar algo falto de kilómetros. Aún así, el francés se ha situado segundo simplemente minimizando errores y apoyando su estrategia en la regularidad. Algo más de 26 segundos le separan este momento de su compañero de equipo.
El tercero, el cuarto y el quinto puesto también son para los hombres del Toyota Gazoo Racing, con el Elfyn completando el podio provisional, a 36 segundos de Rovanperä, seguido de Sami Pajari y Takamoto Katsuta.
Por detrás, Thyerry Neuville no encontraba respuestas a su bajo rendimiento. Su rostro transmitía la sensación de desencanto que estaba padeciendo el belga, nada parecía funcionar bien. Fue con la llegada de los tramos de la tarde cuando empezó a sentirse algo más cómodo, aunque aún lejos del nivel que se espera del actual campeón del mundo.
Al igual que el belga, la frustración se apoderaba de Ott Tänak. Los problemas parecían afectar a todos los Hyundai i20 N Rally1 por igual, impidiéndoles rendir como les gustaría. Lo realmente alarmante, es que como apuntó Adrien Fourmoux, es que en el equipo se estaban quedando sin ideas en la búsqueda de soluciones.
Así las cosas el día llegó a su término con un cierto sabor agridulce. Y es que mientras Toyota parece haber encontrado una base sobre la que construir, sus oponentes tendrán que resetear y buscar una salida rápida si quieren empezar a recuperar terreno.
A espalda de los Hyundai, finalizó Grégorie Munster (Ford Puma Rally1), justo por delante del francés Yohan Rossel (Citroën C3 Rally2) y Alejandro Cachón (Toyota Gr Yaris Rally2), primero y segundo clasificado de WRC2. A continuación lo hacía el Puma de Josh McErlean.
