Motegi vive uno de los regresos más emotivos de la historia de todos los deportes, Marc Márquez vuelve a ser campeón del mundo seis años después. Acabó segundo, pero eso le bastó para acabar la vuelta llorando por su vuelta al trono. Un día en el que parece que el destino ya estuviera escrito, con el equipo Honda en el podio, que fue su casa durante más de diez años, y que gracias a una tercera posición de Joan Mir pudo permitirse el lujo de abrazar a cada uno como si el título fuera de ellos también.
No es un campeonato cualquiera, no es solo un número más, es una historia de superación que emociona hasta al menos aficionado al motociclismo. De pensar en la retirada a convertirse en el campeón a falta de cinco carreras para el final, toda una bestialidad realizada por el más animal de todos. Y frente al público japonés, al que tantas alegrías le ha brindado, Marc Márquez pudo sentenciar la temporada realizando una gran carrera, que aunque desde fuera parecía tener todo bajo control, se le habrá hecho eterna.
Lo más normal sería empezar hablando del que ha ganado la carrera, pero ante una hazaña de tal calibre como la que he conseguido el de Cervera, que ha igualado a Valentino Rossi en títulos mundiales, hoy Pecco Bagnaia ha entendido que su compañero bebiera más champán que él. Sin embargo, esto no le quita mérito a la victoria del italiano, que después de entrar en un bucle que parecía no tener salida, ha completado el primer pleno del año, con pole y victoria en sábado y domingo.
Joan Mir terminó tercero, con una carrera fabulosa, con un gran ritmo que acerca aún más a Honda hacia futuros podios y victorias. El español luchó por esa plaza, ya que se las tuvo que ver con Pedro Acosta en un cuerpo a cuerpo, y en un principio parecía que podía arrebatarle hasta el segundo puesto a Marc Márquez. Finalmente, y en un domingo plagado de celebraciones, el piloto mallorquín cierra un gran premio sin lástimas ni caídas.
Por detrás, Marco Bezzecchi cruzó la línea de meta cuarto, y tras un fin de semana un tanto irregular, consiguió acabar en el top cinco y continuar con la dinámica positiva de Aprilia. Aunque cierto es que con su número uno en el quirófano, no hay la misma alegría que antes, pero si algo han aprendido sin Jorge Martín en el box, es que también pueden conseguir resultados con solo un piloto defendiendo los colores de la oficial. Y muestra de ello es la cuarta posición que ostenta el italiano en la general.
Dani Holgado consigue los 25 puntos
El piloto del Aspar Team fue el claro dominador en Motegi en la categoría intermedia, arrasando de principio a fin y consolidando una nueva victoria para su joven palmarés. Segundo terminó Jake Dixon, con más de tres segundos sobre el tercer clasificado, Diogo Moreira, que le recorta cinco puntos en el mundial líder. Por su parte, Manu González fue quinto, y le cubre una distancia de 34 puntos en la general con respecto al brasileño, Arón Canet, que es su otro perseguidor en la clasificación, ya está a 49 puntos.
David Muñoz supera a José Antonio Rueda
El español supo distanciarse del grupo perseguidor para conseguir la victoria en Motegi. José Antonio Rueda terminó segundo, y ya tiene la mente pensando en Indonesia para la próxima semana, ya que si le saca más de siete puntos a Ángel Piqueras, se hará con el título de la categoría pequeña. Tercero terminó Máximo Quiles, con una escasa ventaja sobre Valentín Perrone, una décima que le bastó para no acabar fuera del podio.




