El lanzaroteño preveía una debacle en este segundo rally de la temporada para los equipos de la WRC Academy y, efectivamente, así ha sido. Sólo cinco de los 18 coches que tomaron la salida esta mañana desde Olbia llegaban a la meta del séptimo y penúltimo tramo de la primera etapa. Trece bajas y, entre ellas, el equipo canario que sigue con su particular ‘via crucis’ en este campeonato.
Después de reconocer los tramos Lemes y Peñate lo tenían muy claro. El Rally Italia-Cerdeña no era una carrera para lucirse y daban por hecho que aquel que fuera capaz de llevar el Ford Fiesta R2 sano y salvo a meta estaría si no en el podio, a las puertas. Dicho y hecho. Hoy más que un goteo ha sido una verdadera sucesión de abandonos que ha esquilmado esta nueva categoría de acceso del Mundial de Rallys.
Los tres primeros tramos de Lago Omodeo (10,21 km), Monte Grighini Nord (21,32 km) y Alta Marmilla (14,34 km) han hecho un primer selectivo, pero el derrumbe se ha producido en la variante sur de Monte Grighini (19, 66 km), la especial que cerraba la primera mitad de esta etapa inaugural. Nueve equipos de ‘la Academia’ caían en acto de servicio, en su mayoría –incluidos Lemes y Peñate- al romper el cárter. Todos en el mismo punto y por culpa de la misma piedra.
“No lo entendemos. Ocho coches nos quedamos en el mismo sitio. Habíamos hecho tres tramos con toda la tranquilidad del mundo, con muchísimo cuidado. Hemos estado tres tramos evitando piedras y al final una nos ha dejado fuera. No sabemos si podremos seguir o no mañana hasta que no lleguemos a la asistencia”, ha declarado el piloto de Lanzarote a MotorEnLinea.es. Lo que está claro es que los mecánicos de la WRC Academy van a pasar la noche en vela para que algunos participantes puedan reengancharse en la etapa de mañana, la última del Rally de Italia-Cerdeña para esta categoría.
La prueba quedaba descabezada al abandonar en Monte Grighini Sud los cuatro primeros clasificados: Craig Breen y Victor Henriksson, que se estaban jugando el liderato, Brendan Reeves y Timo Van der Marel, junto a Yeray Lemes y Andrea Crugnola que eran séptimo y octavo. Cuando el rally volvió a pasar por este tramo como séptima especial de la etapa, los ocho equipos seguían esperando por una grúa que los llevara al parque de asistencia, entre ellos, el otro español de la WRC Academy, el asturiano José Antonio Suárez.
El quinto clasificado hasta ese momento, el checo Jan Cerny, escalaba inesperadamente al liderato seguido a medio minuto del sueco Frederic Ahlin y del argentino Miguel Baldoni. A esas alturas de carrera, transcurrida sólo la primera mitad del rally siete equipos seguían en carrera, pero en la segunda pasada por estos cuatro tramos aún caerían otros dos dejando en cinco el número de supervivientes de esta primera etapa demoledora no tanto para pilotos y copilotos, como para la mecánica del Fiesta R2 de M-Sport. Tanto la empresa de Malcolm Wilson como North One Sport y la FIA tendrán que replantearse si es esto lo que esperan de la categoría que sustituye al J-WRC. El alemán Carl Riedeman es líder con 8,9'' sobre Ahlin y 14,9'' respecto al tercer clasificado, Baldoni.
