Pasado el enfado por un nuevo KO en el que poco tuvieron que ver, Yeray Lemes y Rogelio Peñate ya empiezan a pensar en tiempo futuro. Esperar hasta el Rally de Finlandia con cero puntos en el casillero no era algo que estuviera en sus planes, pero esta vez no se puede hablar de otra cosa que no sea mala fortuna.
“Otra vez la suerte nos dio la espalda, pero no fuimos nosotros solos. Ahí nos quedamos ocho coches de ‘la Academia’ pero también algún Súper 2000”, recuerda el lanzaroteño, que sigue dudando sobre si se podría haber evitado esa maldita piedra que rajó como un cuchillo las entrañas de todo coche que pasó por encima de ella. “No lo sé, no sé si podríamos haber hecho algo, pero sólo puedo decir que íbamos súper tranquilos, no podíamos ir más lentos. Dijimos que saldríamos a terminar y no apretamos en ningún momento, por eso éramos séptimos a más de un minuto del primero”.
El cálculo que habían hecho los canarios era muy sencillo. A medida que transcurrieran las dos etapas irían cayendo rivales, pero a esas alturas, después de sólo tres tramos, a Lemes no le salían las cuentas. “Antes de empezar esa cuarta especial le dije a Rogelio que era imposible que los seis de delante abandonaran. En ese tramo caímos ocho… Íbamos muy tranquilos, casi parados”, recordó el ex Campeón de España de Rallys de tierra de la temporada 2009, que coincidió con su copiloto en que no se podía culpar a la mecánica por este nuevo abandono.
De vuelta a casa y digerido el chasco, ha reconocido hoy en el programa de motor de Radio Canarias, Kilómetro 103, que de aquí y hasta finales de julio -fecha de la tercera cita de la WRC Academy- su única preocupación será conseguir el presupuesto que queda para cubrir el calendario al completo. “No hay otra consigna. Es lo que hay. El campeonato todavía se puede ganar. La gente de la FIA y de la organización me ha dicho que es una lástima lo de nuestros dos abandonos, pero que sabían de nuestro potencial y de nuestras posibilidades de luchar por la copa”, ha afirmado confiado el canario.