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Toñi Ponce es el jefe sobre tierra

  • Concepción se dejó 2,6'' en un tramo delicado para el Porsche
  • Ambientazo con miles de personas viendo en directo el rally

Todos pasaron de puntillas y el que cayó la tentación de emular a Yeray Lemes lo pagó con algún susto. El tramo espectáculo mixto tierra/asfalto estuvo a la altura de lo que se merece el rally decano, pero los 68 equipos que tomaron la salida prefirieron dejar los experimentos para otro día y, simplemente, pasarlo. Alrededor de unas 3.000 personas lo siguieron en directo en el aparcamiento exterior del Estadio de Gran Canaria.

Fue el caso de Toñi Ponce y Rubén González. Los de Skoda no las tenían todas consigo, pero no desaprovecharon la ocasión de sacar diferencias a Santi Concepción y Nazer Ghuneim, que se defendieron como pudieron en un terreno hostil. Al palmero le costó, como es lógico, mantener en pista el Porsche 911 GT3 y casi a golpes de gas llegó a meta perdiendo 2,6’’ desde la séptima posición.

A sólo cuatro décimas de Ponce, José Luis Barrios y José de la Torre (Subaru Impreza) alcanzaron la segunda posición y, de paso, se situaron de manera provisional en cabeza de un Grupo N que promete emociones muy fuertes el sábado. Como aperitivo, Víctor Concepción y Antonio Pérez (Mitsubishi Lancer Evo IX) se quedaron a una sola décima del satauteño y, a siete, Rubén Curbelo y Samuel Vega (Mitsubishi Lancer Evo VIII). El lanzaroteño, siguiendo el guión, se puso al frente del Trofeo de Promoción.

La tierra, como la lluvia, propició algunas pequeñas sorpresas, anomalías en la clasificación que el propio rally normalizará durante los seis tramos de la jornada del sábado. En estos casos Raúl Quesada y Pedro Domínguez son unos figuras. El piloto de Valleseco aprovechó su experiencia sobre esta superficie para hacer correr su Renault Twingo como un tiro. Quinto mejor crono a 1,2’’ del mejor y con coches del calibre del Mitsubishi Lancer Evo IX de Vicente Bolaños-Magnolia Herrera o el Porsche 911 GT3 de Concepción-Ghuneim a su cola.

Hasta el gran José Mari Ponce, con Carlos Larrodé a su derecha, sucumbió. El piloto con más victorias en la amplísima historia de este rally lo intentó, pero desde que se dio la salida descubrió que había un problema con el cable del acelerador de su M3. Como sabía que cada segundo que perdiera en este tramo le podía ser muy útil en los seis siguientes para poder aspirar a un nuevo podio -el que haría catorce en toda su trayectoria en el Isla de Gran Canaria- se limitó a pasar el trámite. Desde la décima plaza, al de Arucas le superaron dos valientes: David Ortega-Alejandro Falcón, octavo de la general, y el jovencísimo Daniel Santana, con Jorge Galván, un equipo que sacó provecho al curso intensivo de conducción en tierra que han seguido en las dos primeras citas del insular de slalom.

Hubo otros que dejaron muy buena imagen, como Heriberto Godoy y Yeray Díaz, pero un trompo precisamente en la zona de asfalto le privó de hacer un buen tiempo, quedándose a once segundos del scratch de Ponce. Miguel Quintino y Carlos García no pudieron evitarlo y cayeron en la tentación de hacer bailar su BMW M3, aunque les costó dos trompos y 16,6’’. Muy meritorios también los registros de los primeros líderes del Trofeo Toyota ENMA, Ayoze Benítez y Joel Benítez (Toyota Yaris TS), decimoterceros de la general, o el de Benedicto Domínguez y Jacinto Pérez (Volkswagen Golf GTI), decimocuartos absolutos.

Mucho público

La celebración de este tramo espectáculo nos dejó algunas imágenes muy curiosas. La primera, el ver a todos los pilotos y copilotos recorriendo a pie el kilómetro y pico de esta súper especial. Todos libreta en mano y con cara de póquer intentando imaginar cómo sería el recorrido en carrera. La segunda,  ver un tramo que, aunque con sus limitaciones, se desarrolló en plena capital y con unas dosis de espectáculo más que aceptables. Daba gusto ver la pequeña ‘pelousse’ que se creó junto al Estadio de Siete Palmas llena de público.

Se esperaba una exhibición aún mayor de los que se jugaban el rally, aunque al contar esta súper especial para la general, prefirieron no jugar con fuego y amarrar un crono que les permitiera perder el menor tiempo posible. En Regularidad Sport, el pequeño Toyota Starlet de Alexis Manzano y Javier Gerry fue el que arrancó los primeros aplausos, aunque hubo otros como Norberto Hernández y Carlos Yánez que pagaron su fogosidad rompiendo el puente trasero de su Honda Civic.

Y como quedaron ganas de más, no se movió nadie hasta que llegaron los especialistas de la tierra con Yeray Lemes a la cabeza. Al lanzaroteño da gloria verlo y aunque dejó a todos con la boca abierta, no pudo completar las dos vueltas al trazado por un problema mecánico en su Evo IX. A nuestro único mundialista no le respetan las averías ni en una exhibición. Aquí todos -Benito Marrero, Paco Romero, José María Santana, Ariel Navarro o Miguel Jiménez entre otros- se volcaron para dar al respetable lo que venían buscando: largas derrapadas.

Como primera experiencia este tramo espectáculo mixto gustó. ¿A mejorar? Las posibilidad de hacer dos pasadas al circuito y no sólo una tras comprobar que el terreno aguantó sin romperse, la posibilidad de aprovechar la plasticidad de la noche y, por qué no, hacerlo dos veces: al empezar y al terminar el rally.

La duda del tiempo

La ceremonia de salida fue muy emotiva. En primer lugar, la organización decidía solidarizarse con la familia Concepción y guardar un minuto de silencio por la noticia recibida durante la mañana del fallecimiento de la abuela de ambos pilotos, Santi y Victorino. Por ello fueron muchos los que para mostrar sus condolencias, portaban crespones negros en sus vehículos.

Por otro lado, se le cedía el honor de tomar la partida en primer lugar a Hilario Gómez (Lancia Fulvia Montecarlo) puesto que hace 48 años tomó la salida también en este rallye Isla de Gran Canaria. Todo ello acompañó esta cincuentenaria edición, especialmente con el detalle de que era el piloto José María Ponce, nueve veces ganador del rallye, quien daba el banderazo de salida al propio Hilario.

De todos los equipos inscritos sólo faltaron dos: Gustavo Bolaños-Omar Godinho (Mitsubishi Lancer Evo VII) y Ruymán García-Donovan Suárez (Toyota Yaris TS), con lo que 68 equipos tomarán la salida en el tramo de Hoya de Pineda-Caideros a partir de las 11:24 de la mañana este sábado. Cuando apaguen el despertador, todos se asomarán a la ventana y mirarán al cielo porque la amenaza de lluvia aunque mínima, está ahí.

 

Fotos: Agustín Déniz

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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