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Volkswagen abre nuevos horizontes al Tiguan

  • La versión 'Track & Style' tiene un ángulo de ataque de 28º
  • Entre los opcionales, nuevos asistentes y el diferencial XDS

Después del ensayo de la primera versión, la de 2007, el nuevo Tiguan de 2012 evidencia que Volkswagen ha aprendido en estos cinco años qué se demanda en un segmento como el de los SUV compactos. Y esto implica preservar intacto aquello en lo que se acertó y pulir aquello otro en lo que se quedó cojeando un coche que ha vendido cerca de 600.000 unidades en todo el mundo. Obviamente, mucho mucho no había que tocar...

En este último lustro no ha habido marca generalista que no se haya subido al carro de los todocamino de alrededor de 4,5 metros. Los hay más básicos, los hay más lujosos, pero esta superpoblación ha agitado la competencia y retrasar la renovación del Tiguan habría sido temerario. Sobre todo porque, a su alrededor, apuestas como Hyundai, Mitsubishi, Ford, Kia o Toyota lo habían hecho envejecer muy rápido, una sensación que reforzaba la rapidísima renovación de toda la gama Volkswagen.

El famoso nuevo ADN que ya había besado el Touareg y que moldeó el Amarok ha remodelado el Tiguan, más que nunca el eslabón perdido de esa subgama off-road. En los todocamino hay más de actitud que de verdadera aptitud 4x4, pero existe un cierto público que considera que un SUV debe tener algo de ese potencial ‘extra asfáltico’ y que la decisión de irse o no a la tierra es cosa del que toma el volante. Y a ellos Volkswagen responde con una nueva versión que llama ‘Track & Style’ y que se caracteriza por tener un morro distinto en su base para proporcionar un ángulo de ataque muy superior respecto a la variante estándar: 28 grados contra 18.

En otros mercados distintos al canario lo llaman ‘Country’ y añade aspectos de equipamiento específicos para excitar esa vertiente aventurera que el Tiguan tenía si no dormida, amodorrada. Protector de bajos, asistente de descenso en pendiente, botón ‘off-road’, ABS especial... Estéticamente se identifica por reducir a la mínima expresión la toma de aire frontal de los bajos, ya que casi prescinde de ella para darle una forma de cuña al morro.

Como buen hermano mayor, el Touareg es el ejemplo a seguir para el Tiguan y eso se aprecia con claridad en su nuevo diseño. Todo el frontal es una adaptación a escala del SUV XL de Volkswagen, en especial la calandra, ahora con dos listones cromados que conectan los grupos ópticos que, como novedad, pueden incluir el asistente de luz de carretera permanente ‘Dynamic Light Assist’. También como el Touareg, y como todos los modelos que se han plegado al nuevo libro de estilo de la marca, el perfil es más rotundo a través de unas líneas mucho más rectas y mejor definidas. Las redondeces del viejo Tiguan son historia en el facelift de 2012 y, en general, su aspecto es muchísimo más fresco.

La silueta de las versiones ‘Sport & Style’ y ‘Track & Style’ se diferencia de la versión ‘Trend & Fun’ en el perfil cromado que adorna los revestimientos protectores de la  ventana así como la barra del techo en plata anodizada. Si el frontal y hasta el perfil tiene muchos puntos en común con su hermano mayor, la espalda es algo más personal al lograr un buen punto intermedio entre lo que fue el primer Tiguan y el que verá la luz en el mercado isleño a partir de septiembre con un precio desde los 20.500 euros.

Conservadurismo

El interior es prácticamente el mismo y en los pocos puntos donde se actualiza lo hace equiparándose con los demás modelos de la última generación Volkswagen. Aquí las comparaciones con el Touareg sí son odiosas. Varía el volante, el conjunto de mandos del equipo de climatización así como distintos botones y pulsadores para dar un aspecto de mayor calidad. El fabricante asegura que parte de este conservadurismo se debe a que su habitáculo, con su posición erguida y un alto grado de adaptabilidad, era uno de los aspectos que más se valoraba de este modelo.

La versión básica ‘Trend & Fun’ equipa asientos con ajuste de altura y lumbar. Las versiones ‘Style’ incorporan a los asientos deportivos la nueva tapicería en Alcántara y tela de diseño ‘Milán’. La banqueta posterior del Nuevo Tiguan puede ser regulada longitudinalmente, algo muy útil para incrementar la capacidad de carga del maletero, que varía entre 470 y 1.510 litros en función de la configuración de los asientos y las versiones de equipamiento del Tiguan.

Independientemente del acabado, las tres versiones del Tiguan ofrecen de serie detalles como el climatizador automático (climatronic), volante de tres radios, pomo de la palanca de cambios y freno de mano en cuero, ordenador de a bordo, reposabrazos central delantero y un amplio equipamiento de seguridad que incluye airbags frontales, laterales y de cabeza, ESP (programa electrónico de estabilidad), ABS, EDS, ASR y anclajes Isofix para los más pequeños. La versión ‘Trend & Fun’ viene completamente equipada de serie, destacando las llantas de aleación de 16 pulgadas, faros antiniebla con luz de giro, parrilla en negro brillante con láminas cromadas, asientos delanteros con ajuste en altura con apoyo lumbar, paquete de retrovisores abatibles, RCD 310, climatizador bizona, indicador de control de los neumáticos, entre otros.

XDS como opcional

Habrá muchos opcionales, aunque los más interesantes serán los que implementen sus aptitudes dinámicas y su nivel de confort. En el primer punto, sorprende que el Tiguan herede el diferencial electrónico de deslizamiento limitado (XDS) que hasta ahora era exclusivo de versiones muy deportivas de modelos muy puntuales dentro del grupo. En el segundo, también saca punta a todo ese camino recorrido como fabricante en el campo de los asistentes a la conducción, de ahí que incluya los sistemas de control automáticos de luces largas ‘Light Assist’ y ‘Dynamic Light Assist’, el asistente de mantenimiento de carril ‘Lane Assist’ y la última generación del de aparcamiento ‘Park Assist’.

En cuanto a los propulsores, el nuevo Tiguan se moverá siempre por encima de los 120 CV, aunque los más potentes se reservarán para la versión con tracción total 4Motion: 1.4 TSI de 160 CV y 2.0 TSI de 210 en gasolina y, en diesel, los 2.0 TDI de 140 ó 170 CV. El Tiguan de tracción delantera también recurre a motores de inyección directa y siempre, con el apellido BlueMotion Technologies para reducir consumos y emisiones a través del sistema de Start/Stop y el de recuperación de energía de frenado. Son dos gasolina, 1.4 TSI de 122 y 160 CV, y dos diesel, 2.0 TDI de 110 ó 140 CV. Con este último propulsor, el Tiguan presume de ser uno de los todocamino más frugales del mercado con sus 5,3 litros a los 100 km.

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