Ocho victorias en ocho ediciones. El Rally de Alemania no ha conocido otro ganador que ‘Seb’ Loeb desde que este país se subió al carro del mundial en 2002. Si hay alguien capaz de hacerle hincar la rodilla es su compañero de equipo en Citroën Racing, el joven Sebastien Ogier, para quien empieza a ser urgente atar corto al líder del campeonato si quiere seguir conservando sus opciones de arrebatarle su octavo título.
Con un historial sencillamente impresionante en el Rally de Alemania, novena cita del WRC, es una perogrullada decir que Loeb es el favorito para sumar un triunfo más en Trier el próximo domingo, pero el alsaciano sabe que las estadísticas están para romperlas y alguien acabará batiéndole tarde o temprano. “Sé que esta racha llegará a su fin algún día. La competición es cada vez más ajustada y fuerte y este año hay un nuevo y desconocido factor con la llegada de los nuevos World Rally Car sobre asfalto. A pesar de todo estoy bastante confiado”, señala.
Su mayor enemigo es la aureola de piloto invencible que ha creado a su alrededor en este rally en concreto y en el propio campeonato. La racha acabará bien porque acabe retirándose –algo que cada vez está más en el aire- o porque alguien le arrebate el cetro. ¿Está preparado para ver cómo uno de sus jóvenes rivales ocupa su puesto? “Estaría decepcionado, por supuesto. No hay duda de ello. Pero también sé que algún día no seré yo quien gane aquí. Ésta es la manera en la que se desarrollan las carreras. Nunca hemos sido batidos en estas carreteras pero la racha llegará algún día a su fin. Depende de nosotros asegurarnos de que no pase”.
Aquí fue donde Loeb empezó a fraguar esa leyenda que es hoy. En Alemania obtuvo su primera victoria mundialista y desde entonces no ha habido piloto que le haya hecho sombra. “Me gusta este rally”, admite el francés. “Es una prueba muy especial para mí. Mis fans siempre me han apoyado fantásticamente y es aquí donde conseguí mi primera victoria en el campeonato del mundo. El Citroën DS3 WRC ha sido muy rápido durante los tests y el asfalto es una superficie en la que hemos disfrutado de muchos éxitos”.
Entre los pilotos que amenazan la tiranía de Loeb en Alemania está su compañero de equipo en Citroën, Sebastien Ogier, a pesar de que sólo ha competido en dos ocasiones y ninguna de sus cinco victorias en el WRC son sobre asfalto. La primera está al caer y lograrla en ‘territorio Loeb’ sería un buen golpe de efecto.
Pero el joven talento francés admite que así como en otras pruebas ya había estado al nivel de los mejores en 2010, en Alemania estuvo un peldaño por debajo y eso le hace tener algunas reservas de cara al fin de semana. “Es un rally con tramos muy distintos”, ha comentado Ogier. “Me gustan algunas zonas más que otras. A pesar de acabar en el podio la temporada pasada, no fui capaz de igualar el ritmo de los mejores. Este año estoy convencido de poder demostrar que hemos mejorado”.
“El coche ha ido bien en los tests, pero las carreras y las pruebas son dos cosas muy diferentes”, avisa Sebastien Ogier. “Tenemos que sumar más puntos que el actual líder del campeonato, incluso sabiendo que tiene un palmarés increíble en el Rally de Alemania. En todo caso, no será una prueba fácil”.
