Ya informamos en la crónica del pasado Rally Villa de Llanes, octava prueba del Campeonato de España de Rallys que Xevi Pons y Álex Haro habían sido penalizados con quince minutos perdiendo la segunda plaza y cayendo a la decimoquinta. Con este resultado, el piloto catalán no sumaba ni un solo punto y el título de Miguel Fuster es una simple cuestión de tiempo.
Pues bien, las reacciones no se hicieron esperar. Roberto Mendez, propietario de RMC MotorSport, reconoció ayer domingo a través de un comunicado la responsabilidad por lo que califica “una negligencia” en el Mitsubishi Lancer Evo X que, al parecer, no se ajustaba a la normativa actual del grupo N Plus. En esta nota que exime a Pons y Haro “de culpa alguna en lo sucedido”, Méndez se declara “responsable de cualquier error humano que se produzca por parte suya o de los miembros de su formación”.
Pero el preparador leonés fue más allá y ayer anunció que ha decidido abandonar el Campeonato de España de Rallys –no se especifica si sólo el de asfalto o también el de tierra- y hasta disolver su estructura. En el comunicado sólo dice que se está “sopesando la posibilidad”, pero algunos ven en este comentario una simple amenaza que no irá a más. Sea así o no, se advierte que si se opta por cerrar el equipo, “no se haría sin antes asumir los compromisos adquiridos para las próximas fechas”.
Segunda penalización en un año
Éste de Llanes no ha sido el único castigo sufrido por un equipo asistido por RMC. Ya en el Rally Rías Baixas, Alberto Meira perdió la tercera plaza al ser penalizado con seis minutos porque el turbo de su Mitsubishi no superó unas pruebas de estanqueidad. Entonces, el equipo de Méndez declaró estar en absoluto desacuerdo con la pena y con la actuación de los comisarios técnicos –cuyo delegado de la RFEDA es el grancanario Juan Ignacio Díaz- que desembocó en el expediente sancionador.
Posteriormente y después de analizar el Evo X en sus talleres, explicaron que el problema se debió a una fuga en el intercooler y que quedaba claramente reflejada en el sistema de adquisición de datos. Entonces RMC ya envió un comunicado en el que se quejaba del daño que se habría provocado a la imagen de su equipo y del propio piloto. El preparador leonés lamentó haberse sentido “especialmente agraviado por unos hechos que no se deberían de haber producido” y aunque instó a la RFEDA a rectificar, no hubo tal enmienda.