Tras superar las verificaciones técnicas y administrativas, Jorge Gómez y su Husqvarna 450 aguardan tranquilos en Mar del Plata, a 400 km al Sur de Buenos Aires, la tradicional ‘largada’ desde el arco que marcará el inicio simbólico de la 33 edición de la carrera (cuarta en Sudamérica), cuya primera etapa se llevará a cabo el próximo 1 de enero.
Participantes de 50 nacionalidades tomarán la partida de esta edición que tiene un total de 465 inscritos, que se reparten entre 183 motos, 33 quads, 171 coches y 75 camiones. El grancanario Jorge Gómez fue uno de los primeros en pasar el trámite de las verificaciones en la mañana de este pasado jueves. Ningún imprevisto salvo un piloto trasero que, por cuestiones técnicas, tuvo que ser sustituido. Con todos los trámites superados y el ‘OK’ para afrontar su segundo Dakar, el piloto de Husqvarna aprovechó el resto del día para ultimar la puesta a punto de la moto y la instalación de los equipos de localización y seguridad.
“El miércoles recogimos las motos en el muelle y en el trayecto hasta Mar del Plata noté que se calentaba más de lo habitual por lo que no me quedó más remedio revisarla por completo. Tras esta operación la moto quedó lista para la carrera. El jueves pasamos las verificaciones sin problemas y ya estoy con mi equipo, capitaneado por Fernando Prades, que me va a dar asistencia durante toda la carrera con su Mercedes 4X4”, declaró el piloto de Vemotor.
Pero ahora viene lo bueno. Se da por hecho que la ceremonia de salida, la tradicional ‘largada’ argentina del Dakar, que este año se celebrará desde la Base Naval de Mar del Plata a partir de la una del mediodía (hora local), será multitudinaria. En realidad será un acto simbólico, ya que el verdadero comienzo de la carrera será el domingo 1 de enero de 2012 con la etapa que unirá Mar del Plata con Santa Rosa de La Pampa, atravesando las dunas de Necochea y el paso por Bahía Blanca.
Serán los primeros 823 kilómetros de los más de 8.000 que les espera en estos primeros 15 días del año. Desde Santa Rosa seguirán adelante por San Juan, Chilecito y Fiambalá. Días más tarde, el desafío empieza a tomar otro color con el cruce de la cordillera, que propone sólo un día de descanso en Copiapó. Los que todavía continúen en carrera deberán afrontar seguidamente el dificultoso tramo hasta Antofagasta, previo al cruce a Perú. Iquique, Arica, Arequipa, Nasca, Pisco y Lima constituirán los capítulos finales de estas dos semanas de travesía.
