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Un año más, todos contra Loeb

  • 18 tramos especiales y un total de 433,36 kilómetros cronometrados

Flota en el ambiente que este 2012 va a ser un año de transición en el Mundial de Rallys. El desembarco de Volkswagen Motorsport la próxima campaña –se habla en Italia de la posibilidad de que Abarth también se anime-, dará un impulso a este campeonato que vive sumido en un continuo temporal. Primero fue el tira y afloja entre M-Sport y Ford lo que tuvo en jaque al WRC y, a continuación, los desencuentros entre Prodrive y Mini, marca que ha entrado como constructor por los pelos.

La falta de equipos inscritos oficialmente en la categoría SWRC es otro ejemplo que todavía hoy sigue en veremos, pero hay otros frentes aún más preocupantes como los derechos del campeonato o el cronometraje. La crisis de North One Sport le estalló a la FIA en la cara en el momento más inoportuno y aunque parezca increíble, el mundial va a empezar en Montecarlo con demasiados flecos pendientes. Muchos más de los que les gustaría a Jean Todt y Michelle Mouton.

Así que cuando el WRC vuelva a la rutina en 2013 lo hará con unos cimientos muy distintos a los de 2011 y a los que se están tambaleando en estos primeros días de 2012. Lo que no va a cambiar es que, en los estrictamente deportivo, Sébastien Loeb y el equipo Citroën Total WRT van a ser el dúo a batir. Con ocho títulos de pilotos consecutivos, no hay nadie en su sano juicio que no dé por favorito al francés.

De las seis últimas ediciones en las que el Rally de Montecarlo fue puntuable para el mundial, cinco las ganó Loeb. Obviamente, ‘Seb’ celebra el regreso de la prueba monegasca al WRC. “Es el rally más famoso del mundo y no puedes tener un campeonato del mundo sin él. Se disfruta mucho conduciendo en sus carreteras y siempre hay un gran ambiente en las cunetas de los tramos cronometrados. Y no olvidemos que es la carrera de casa para Daniel. Estoy seguro de que preferiría estar a mi derecha en el DS3 WRC que detrás del  volante de un DS3 R3 como el año pasado”.

Los números de Loeb son apabullantes. 68 victorias, 103 podios, ocho títulos mundiales... Pero sus rivales no pierden la esperanza de poder batirle antes de que decida probar suerte en otra disciplina. Si realmente el DS3 WRC de Citroën es superior al Ford Fiesta RS WRC, quizá su compañero de equipo tenga este año una oportunidad.

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Mikko Hirvonen ha sido el más duro de sus rivales mientras corrió para M-Sport, y durante los test de invierno ha asegurado estar encantado con su nuevo coche. La duda es cuánto tendrá de plazo antes de ocupar el segundo escalón dentro de la estructura de mando del equipo. “Veo esta oportunidad de trabajar con Sébastien como un gran beneficio para mi carrera. No se trata de ser el número uno o dos. Todos comenzamos la temporada sin puntos en la tabla y el reglamento de 2012 hacen las carreras más justas, tanto para los compañeros de equipo como para los rivales”, explica el finlandés, tres veces subcampeón a espaldas de Loeb.

Hirvonen cree que esa mayor exigencia sobre el que ya es el mejor piloto de la historia le va a quitar algo de presión, con lo que gozará de cierto tiempo “para acostumbrarme totamente al coche, al equipo y cómo trabajan”. “En cualquier caso”, matiza, “siempre trato de tomar un enfoque positivo de las situaciones, ya que suele ser la mejor manera para hacer progresos”.

En la otra trinchera, la del Ford WRT de Jari-Matti Latvala y Petter Solberg también tienen esperanzas de poder arrebatarle a Loeb su noveno título mundial. “Tenemos todos los ingredientes para completar un buen año; un equipo fuerte, un coche competitivo y dos buenos pilotos. Si somos capaces de aunar estos ingredientes durante toda la temporada podemos luchar por el título mundial de constructores y pilotos. Este año creo que tenemos una gran oportunidad de ganar”. Habla Latvala, que a sus 26 años ha alcanzado un grado de madurez como demuestra su segunda mitad de temporada 2011.

 Pero si hablamos de veteranía y bagaje, Solberg es la apuesta de Ford esta temporada. “Es emocionante pilotar de nuevo para un equipo de fábrica. No estoy aquí sólo para hacer bulto. Jari Matti y yo queremos luchar por los títulos y creo que podemos hacerlo”, afirma el noruego, campeón del mundo con Subaru en 2003.

La alternativa Mini

La tercera pata sobre la que se apoya el World Rally Championship es el Mini WRC Team de Dani Sordo. El cántabro ha podido salvar un programa de diez pruebas y en Montecarlo ya logró un podio en 2007, cuando terminó en segunda posición. Como número uno indiscutible en el equipo va a gozar de una situación inédita para él, pero las limitaciones presupuestarias –no se ha conseguido un gran patrocinador que sufrague lo que el BMW Group no ha querido aportar de más- pueden ser un problema a la hora de evolucionar el John Cooper Works WRC. Porque a pesar de los dos podios logrados en Alemania y Francia, el Mini va a seguir un paso por debajo de los Citroën y Ford.

“A la espera de nuevas mejoras en el coche, nos hemos centrado en rodar con los cinco tipos de neumáticos que podremos usar en el rally, especialmente los neumáticos para seco que tienen una carcasa nueva, más rígida. Hemos podido hacer kilómetros también en nieve. Aquí es muy importante adaptarse a las distintas condiciones del asfalto, y estoy muy satisfecho después de los tests que hemos realizado. Montecarlo siempre es un rally difícil, en el que te puedes encontrar con situaciones de asfalto cambiantes, y este año tendremos cinco días de competición. Me hace mucha ilusión estar en este prueba tan especial de nuevo, y esperamos poder estar en los puestos de cabeza”, afirma el cántabro, que ha hecho una serie de test para preparar a conciencia esta primera cita del año.

El miércoles, primeros tramos

Tras un descanso de tres temporadas en esta categoría automovilística, la prueba monegasca celebra este año su 80 aniversario haciendo de nuevo aparición en el Campeonato del Mundo de Rallys. Entre el miércoles y el domingo, los equipos participantes deberán disputar 18 tramos especiales y un total de 433,36 kilómetros cronometrados. El único tramo del domingo es el Power Stage, un sprint  de 5,16 kilómetros en el que se concederán puntos extra a los tres pilotos más rápidos. A continuación, se celebrará la entrega de trofeos en Place de Palais Princier. La distancia total del primer rally del año es de 1780,47 kilómetros. 

 

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