Si el pasado Rally Cantabria, segunda prueba del Campeonato de España de Rallys de asfalto, fue difícil para los pilotos con mucha mili en esto de las carreras, imagínense para un debutante en los temidos tramos del norte de la Península como Marco Lorenzo. El tinerfeño, que tras ser Campeón de Canarias de Rallys compite este año en el Challenge Twingo R2, se las vio y se las deseó para llevar su pequeño Renault sano y salvo hasta la meta.
Era la primera vez que se enfrentaba a las carreteras cántabras. Estrechas, con un asfalto con poco agarre y repletas de cruces trampas y cambios de dirección, cualquier parecido con los tramos canarios es cuestión del azar. Y para rizar el rizo, en esta prueba estrenaba copiloto en la figura de Rodolfo del Barrio y la lluvia le dio la mano a la noche para hacer de la primera etapa, la del viernes, un verdadero infierno.
Tras el vuelco del Islas Canarias, Lorenzo se había concienciado en hacer un rally con cabeza. La meta era hacer todos los tramos para ir habituándose a este tipo de carreteras y trabajar en la puesta a punto de un Renault Twingo R2 que todavía está conociendo. De los cuatro primeros tramos del viernes, Marco y Rodolfo sólo pudieron realizar los tres primeros, ya que el último era neutralizado por las condiciones en las que había quedado tras su primera pasada.
Completada esa primera etapa eran terceros del Challenge Twingo R2, pero al margen de la posición, el canario se iba a descansar con la tranquilidad de haber podido sobrevivir a unos tramos que habían hecho palidecer incluso a los más veteranos del nacional. El sábado la lluvia se convirtió en una constante junto a la niebla y, en zonas más secas, algunas humedades que hacían la labor de mantener el coche en pista aún más difícil. Con la lección aprendida del día anterior, Lorenzo alcanzó un mejor ritmo y aunque acabó cediendo esa tercera posición, pudo sumar sus primeros puntos en esta copa monomarca.
“Ha sido un fin de semana muy difícil”, reconocía Marco al término de esta segunda cita del nacional, la primera para él fuera de Canarias en la especialdad de rallys. “El viernes tenía la sensación de quererme ir para casa, mientras el sábado terminé con ganas de seguir corriendo. Hemos podido aprender y evolucionar, estoy seguro que en el futuro iré más rápido. Tenemos que trabajar a partir de ahora en detalles con las notas y, respecto al vehículo, hemos conocido reglajes para diferentes superficies y asimilado el comportamiento de los neumáticos de agua y tallados, que eran nuevos para mí. Nos espera un año difícil, pero seguro que aprendiendo y teniendo calma”.
