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Unos números de leyenda

  • Hay quien cree que sus éxitos se deben a un vacío de poder en el WRC
  • Números en mano Loeb gana por goleada a cualquier otro histórico

Desde un punto de vista subjetivo, en el terreno movedizo de las opiniones se podrá estar o no de acuerdo en que Sébastien Loeb es el mejor piloto de la historia en la especialidad de rallys y uno de los más grandes que ha dado el automovilismo. Hay quien cree que buena parte de sus éxitos se deben a un cierto vacío de poder que se produjo en el WRC al entrar en declive durante los primeros años de este siglo otras figuras de este campeonato.

Los hay que se preguntan si, pasado el palmarés por el tamiz los años, sus nueve títulos mundiales consecutivos tendrán más peso que los cuatro de Juha Kankkunen (1986, 1987, 1991 y 1993) o de Tommi Mäkinen (desde 1996 hasta 1999). La personalidad de otros nombres como Carlos Sainz (1990-1992) o Colin McRae (1995) también choca con el carácter más reservado y casi científico del francés que sin embargo, estadística en mano, gana por goleada a cualquiera que se le ponga en frente.

Sus nueve títulos mundiales son mucho más que lo que ha logrado cualquier otro piloto en las principales especialidades del automovilismo. El mejor Michael Schumacher ­–un espejo en el que nunca ha dejado de fijarse Loeb– ganó cinco títulos seguidos entre 2000 y 2004, uno más que los cuatro que Juan Manuel Fangio obtuvo entre 1954 y 1957 también en la Fórmula Uno. ‘Séb’ ha estirado esta cifra hasta los nueve entorchados, todos consecutivos y siempre al volante de un Citroën.

Los que ponen peros a su palmarés también ven en esa fidelidad a la marca francesa un punto en contra. A otro grande del motor, Michael Doohan le ocurrió lo mismo en ‘quinientos’. Sus cinco campeonatos del mundo en la categoría reina (desde 1994 hasta 1998) los logró siempre sobre una Honda, mientras otras leyendas como Eddie Lawson o el propio Valentino Rossi se aventuraron –antes en el caso del estadounidense y años después en el caso del italiano– a cambiar de fabricante. Como le pasó a Doohan, que fue tentado por Yamaha, Loeb tuvo la oferta de subirse al Polo R WRC de Volkswagen Motorsport, pero como en el australiano pesó más la seguridad de un vehículo ganador y el ser fiel a su marca de siempre que el estímulo de buscar el más difícil todavía.

Volviendo a los números, en Alsacia Loeb logró su victoria número 75 en el Mundial de Rallys. Para que se hagan una idea, antes del reinado del francés la gran referencia en cuanto a triunfos era Carlos Sainz y sus 26 carreras ganadas, una más que Colin McRae. Loeb rompió esa barrera cuando ganó el Rally de Japón de 2006 y teniendo en cuenta que aún quedan dos rallys más para que acabe la temporada 2012 y que en la próxima podría disputar cinco carreras más, es muy probable que cuando deje el WRC haya triplicado la cifra de ‘El Matador’.

El mismo año en que superó a Sainz como piloto con más victorias se rompió el hombro y se perdió cuatro rallys. A pesar de ello sumó un nuevo título. Con 162 participaciones mundialistas ha ganado un 49,2 por ciento en las que tomó la salida y en un total de 23 pruebas distintas. La primera fue en 2002 en el Rally de Alemania, uno de sus favoritos y en el que ha ganado en nueve ocasiones. Su mejor racha de triunfos la obtuvo en 2005, con seis consecutivos por los cinco que encadenó en 2006, 2008, 2009 y 2012. Precisamente fue el año de su cuarto título, en 2008 cuando acumuló un mayor número de primeros puestos en una sola temporada, con un total de 11. En caso de ganar en Italia y España, este año ‘sólo’ podría sumar diez. 

Pleno de scratch 

La cifra de scratch es igual de impresionante. Lleva 874 ‘mejores tiempos’ en tramos cronometrados y es altamente probable que rompa la barrera de las novecientas. En 2005, durante la disputa del Tour de Corse, hizo historia al llevarse todos y cada uno de los tramos.

Y todo esto lo ha conseguido mientras a su alrededor cambiaba absolutamente todo, salvo el emblema de los dos galones en el frontal de su máquina y, por supuesto, su copiloto. Daniel Elena es una parte muy importante en toda esta historia y seguro que ‘Seb’ lo echará mucho de menos cuando afronte su aventura en el WTCC a partir de 2014. En todo este tiempo en el Mundial de Rallys ha tenido cuatro jefes de equipo, ocho compañeros de equipo distintos y ha conducido tres WRC distintos: el Xsara, el C4 y el DS3.

Su siguiente desafío será seguir ganando mundiales dentro de otra especialidad que es totalmente ajena para él. Es cierto que probó dos F1 en 2006 (Renault) y 2008 (Red Bull) y que llegó a sentirse tan atraído por esta categoría que se planteó ocupar el monoplaza de su compatriota Sebastien Bourdois en Toro Rosso, pero al final lo descartó. También ha participado en las 24 Horas de Le Mans hasta en dos ocasiones, llegando incluso a terminar segundo en 2006, pero nunca había apuntado hacia el Mundial de Turismos FIA, un buen lugar para encontrar nuevos estímulos deportivos y seguir agrandando su leyenda.

 

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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