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KTM 1290 Super Duke R: Cuidado con la bestia

  • Su propulsor V-Twin superará casi con toda seguridad los 180 CV

Con una gama de motos desnudas bien asentada y ramificada gracias a la Duke –disponible actualmente en 125, 200, 390, 690 y 990 cc–, KTM se ha propuesto meter un par de marchas más e irse a por las streetfighter, las más potentes, radicales y temibles de las naked. Aunque la marca de Mattighofen vuelve a recurrir a la franquicia Duke, lo hace en su versión Super y con un producto que se va a situar de entrada entre la aristocracia de su categoría por diseño, prestaciones y equipamiento. Al menos si en su fase final de desarrollo no se aleja demasiado de lo que se presentó en el Salón EICMA de Milán como prototipo.

Para empezar, este modelo forma parte de la novísima generación de motos que KTM va a empezar a alumbrar de aquí en adelante con la 1190 Adventure como primer eslabón. No hay más que ver las líneas ultrafiladas de la poca carrocería que la viste. La forma del depósito puede considerarse un paso más en la mutación de las Duke e incluso una cierta reminiscencia de la RC8, pero todo hace indicar que la Superduke R más potente marcará, igual que la maxitrail, las coordenadas estilísticas de la marca.

El diseño del chasis multitubular en acero es bastante revelador, aunque en el tren trasero KTM recurre por primera vez a una estructura monobrazo en aluminio muy reforzado. Con él la rueda trasera queda deliberadamente retrasada y suspendida respecto al conjunto que forma el resto de la moto. El diminuto frontal –que difícilmente se podrá mantener en su versión de fabricación en serie– también ayuda a dar ese aspecto de bestia agazapada a punto de despellejar a su presa.

El motor sí es herencia directa de la RC8, la superbike de KTM. Pero al no tenerse que ceñir al corsé técnico de una categoría, éste ha crecido en cubicaje y seguro que en prestaciones. Son 1.290 cc con una potencia que, aunque no hay cifras oficiales, superará casi con toda seguridad los 180 CV y eso en un V-Twin como éste no es cualquier cosa.

Este propulsor estrena unos nuevos cuerpos de admisión más amplios, unos árboles de levas modificados para poder mantenerse abiertos más tiempo de lo normal y unos escapes firmados por Akrapovic con una estética igual de extrema que el conjunto de la moto. Las fotos avanzan un uso extensivo de la fibra de carbono, un equipo de suspensiones WP ‘pata negra’ y un equipo de frenos con pinzas Brembo M50.

En definitiva, una bestia parda con la que KTM tiene posibilidades no sólo de recortar la distancia que le sacaban hasta ahora otros fabricantes con streetfighters de alta cilindrada ‘premium’ en el mercado; con este aspecto, un motor soberbio y un equipamiento que ya han demostrado saber aprovechar en otros modelos, puede incluso convertirse en el nuevo rey de su categoría. El tiempo lo dirá.

Como curiosidad les podemos decir que cuando la 1290 Super Duke R se ponga a la venta bien entrado ya 2013 parte de su ADN tendrá su razón de ser en las carreteras canarias. La revista Motorcycle News cazó uno de los prototipos que se están empleando en su etapa de desarrollo en la isla de Tenerife a principios de 2012.

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