El objetivo era claro, crear un vehículo con vocación global que aunara los intereses de una nueva generación de clientes cuyo nexo común es su estilo de vida activo. Con esta premisa Peugeot ha desarrollado el 2008 cuyas peculiaridades se resumen en su fuerte presencia, su alto grado de funcionalidad a lo que se suma una experiencia única al volante tal como expresan sus responsables.
El nuevo crossover mide 4,16 metros de largo con lo que Peugeot pretende asociar la conducción de una berlina a la robustez de un SUV con un espacio a bordo cuya habitabilidad, modularidad y confort conforman su mejor carta de presentación, atributos tan válidos para lidiar con la ciudad como para escaparse de ella.
Su postura sobre elevada, las llantas de 17 pulgadas diamantadas con acabado mate o la forma arqueada de los pasos de rueda le proporcionan una imagen notablemente destacada que se hace más robusta con la incorporación de los parachoques y las estriberas en color negro.
La parte delantera hace suyos los códigos de diseño de la marca donde destaca el nuevo esquema de los grupos ópticos que subrayan sus rasgos mediante el uso de los faros diurnos LED. En su silueta se imponen las superficies acristaladas que unido al techo panorámico procuran una sensación de espacio y control sobre lo que ocurre a su alrededor. En la zaga, por su parte, destaca el amplio portón y el bajo plano de carga que da acceso al maletero.
Los motores de última generación aprovecharán la ligereza y la perfilada silueta del coche para maximizar su rendimiento y eficacia. Gracias a la tecnología de los motores Diesel e-HDi y 3 cilindros gasolina, el crossover urbano 2008 parte con unas emisiones de CO2 de tan solo 99g/km.
