No es difícil descubrir cuando una marca echa toda la carne en el asador a la hora del lanzamiento de un nuevo modelo. Un buen ejemplo es la enorme cantidad de recursos que Opel está destinando a convertir la 
puesta en escena del Adam en un nuevo hito como ya lo fuera el Corsa en los años 80. Y es que si como apuntábamos el pequeño utilitario en versión carrera clientes sigue quemando etapas para acelerar su debut en competición como fórmula de promoción mediática no lo va a ser menos su nueva derivación como concepto en el campo de los crossover de pequeño tamaño.
El Adam Rocks, denominación que se le ha otorgado a este nuevo estudio de diseño, supone una nueva vuelta de tuerca a las enormes posibilidades de personalización que ofrece el modelo original aprovechando sus compactas dimensiones para otorgarle un aspecto feroz, musculando sus proporciones y ampliando sus dominios más allá del asfalto. Para ello estéticamente se ha elevado la carrocería, se han ensanchado los pasos de rueda mientras se ha distinguido el contorno y se ha provisto de unos neumáticos más grandes. Para maximizar la sensación de poder disfrutar de sus posibilidades al aire libre la superficie del techo en lona se puede desplegar o recoger en toda su extensión.
“Con un diseño aún más rotundo que ningún otro Adam, el Rocks es una impresionante demostración del gran potencial de personalización que nuestro nuevo coche pequeño que marca estilo ofrece después de haber sido lanzado al mercado. Combina la dureza de un crossover con la frescura de la conducción al aire libre”, dice Malcom Ward, Director de Diseño de Opel/Vauxhall. Describiendo la razón de ser del último coche de concepto de Opel, explica: “Como un símbolo para los que lideran la última moda, los conductores activos que quieren apartarse de la masa, el Adam Rocks es sólo una de las posibles respuestas a la pregunta de cómo se puede avanzar en nuevas vías de desarrollo para un coche absolutamente único – y posteriormente llegaran otros”.
El Adam Rocks será presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra junto a la versión de competición.
