Los sistemas de iluminación tienen un efecto considerable en el consumo de combustible de un automóvil. Las unidades convencionales de faros halógenos, por ejemplo, consumen más de 135 vatios de potencia en el modo de luz de cruce. En comparación, los faros LED operan con una eficiencia energética significativamente mejor: las luces de cruce sólo consumen alrededor de 80 vatios.
La Comisión Europea ha medido el ahorro de combustible alcanzado por los faros LED de Audi, mediante ensayo en banco de pruebas. En los diez ciclos NEDC a los que se sometió el Audi A6 se contabilizó un ahorro de CO2 de más de un gramo por kilómetro. Como resultado, la Comisión Europea ha identificado oficialmente los faros LED como una tecnología innovadora para la reducción de emisiones de CO2. Audi es el primer fabricante de automóviles que ha sido certificado por esta tecnología.
Las luces LED de circulación diurna hicieron su debut en el Audi A8 en 2004. Unos años después, en 2008, el deportivo R8 se convirtió en el primer vehículo del mundo que ofrecía faros LED completos. Hoy en día, este sistema de iluminación de alta gama está disponible en cinco series de modelos: R8, A8, A6, A7 Sportback y A3.
Además de mejorar la eficiencia energética, los faros LED también ofrecen ventajas de seguridad y comodidad. Con una temperatura color de alrededor de 5.500 Kelvin, su luz se asemeja a la luz diurna y hace que apenas se produzcan fatigas oculares. Otra ventaja de los diodos luminosos LEDs empleados en los faros con esta tecnología es que a diferencia de las lámparas convencionales no requieren mantenimiento, y están diseñados para mantener su eficacia y su intensidad lumínica durante toda la vida del vehículo.