Sin duda, la evolución estética experimentada por el nuevo Toyota Auris unido, por supuesto, a otros muchos beneficios han hecho mella en el hasta ahora esquivo cliente europeo. La demanda ha crecido un 27% durante el primer trimestre del año empujada principalmente por el Auris Híbrido cuyas ventas han aumentado un 69% en el último año.
La creciente conciencia ecológica y los bajos costes de mantenimiento unidos a otras cuestiones igual de determinantes como la incesante subida de los carburantes han propiciado este cambio de rumbo al que Toyota ha respondido con mejoras adicionales para reducir aún más las emisiones de CO2. Este logro se ha conseguido reajustando el vehículo y adoptando nuevas soluciones aerodinámicas mientras se mantienen sus prestaciones intactas.
En concreto, las emisiones se establecen ahora en 84 g/km en ciclo combinado por los 87 g/km que presentaba la versión anterior. Ello reporta beneficios también en el consumo lo que unido a las exenciones fiscales y como decíamos, a sus bajos de mantenimiento y reparación lo sitúan en pleno crecimiento en muchos mercados.