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DS3 Racing: exclusivamente deportivo

  • Citroën Racing incrementa en más de 50 CV la potencia del 1.6 THP
  • De momento no hay datos sobre cuántas unidades vendrán para España

La marca generalista que más y mejor puede presumir de palmarés deportivo por fin hace un quiebro a la rutina y sorprende con una versión tan deportiva como exclusiva de su DS3. La mala noticia es que sólo se producirán muy pocas unidades.

Así como algunos fabricantes inflan en pecho y sacan brillo a sus uñas mientras repasan, una a una, todas las copas de sus vitrinas, Citroën se ha mantenido incomprensiblemente ajena al impresionante historial que lleva labrándose en el Mundial de Rallys junto a Sebastien Loeb. El Xsara primero y, posteriormente, el C4 WRC han pasado por este campeonato como una verdadera apisonadora. Un dominio que se debe en parte a ese ciclo a la baja que vive el Mundial de Rallys que se ha traducido en una paulatina desaparición de las marcas, pero que quizá también sea uno de los motivos de esa rendición incondicional del resto de fabricantes a excepción de Ford.

El World Rally Championship cambia de tercio a partir de 2011 con la llegada de los nuevos coches derivados de los Súper 2000. Todo lo escrito hasta ahora puede cambiar radicalmente con el desembarco de los pequeños WRC con motores 1.600 y tracción total. Para este nuevo desafío Citroën ha escogido el DS3, la variante más ‘cool’ de su C3 y cuyo modelo de serie más próximo tanto en aspecto como en tecnología es el DS3 Racing. El fabricante francés ha confirmado que desde primeros de septiembre se van a aceptar pedidos de él, aunque de momento sólo para el mercado local y el británico.

¿Y España?

Y seguimos con malas noticias. Su producción será de unos pocos miles y de momento la marca no se ha pronunciado sobre el mercado español, pero tanto en Francia como en Inglaterra, los pedidos ya exceden ese cupo. El precio en el país vecino roza los 30.000 euros, cantidad que puede ser estimativa del coste final en España si se confirma, como esperamos, su venta en los próximos meses.

El DS3 Racing no es ni mucho menos una versión de equipamiento. Su imagen y su motor son obra y gracia de Citroën Racing y a pesar de producirse en unidades tan limitadas –y todas numeradas-, hay quien asegura que es el modelo que borrará a los nostálgicos el recuerdo de los Saxo VTS o el AX GTI. Pero por precio y por la exclusividad que encierra, el DS3 Racing está en otra dimensión, por ejemplo junto al Mini John Cooper Works –con un espíritu casi gemelo- y, por prestaciones, en paralelo a los Opel Corsa OPC o el Renault Clio RS.

El marchamo de Citroën Racing queda impreso en su motor, el 1.6 THP desarrollado junto a BMW y en el que el departamento de competición de la marca de los galones ha inyectado una dosis extra de caballos. De 150 a 200 CV y de 245 Nm de par a los 275 Nm de los que presume. Para conseguirlo este DS3 recibe una nueva gestión electrónica, un nuevo turbo y un nuevo conjunto de escape y silencioso.

El chasis también es específico y no sólo se ha echado mano a amortiguadores y muelles (más rudos y rebajando la carrocería 15 mm), además se ha incrementado la anchura de vías en 30 mm para proporcionarle una mayor estabilidad. La hoja de ruta para convertir este pequeño utilitario de menos de cuatro metros en una bala es la misma que en otros modelos de la competencia, pero con una imagen ‘chic’ y rabiosa en proporciones casi idénticas. La dirección asistida eléctrica es más directa, el ESP (desconectable) eleva su umbral de actuación y todo el equipo de frenos ha sido redimensionado y potenciado.

Indiscreto

Su diseño tiene un valor en el DS3 Racing casi tan importante como todo lo enumerado hasta ahora. En su transformación en versión de altas prestaciones el DS3 no se ha dejado ni uno solo de sus atributos de imagen, pero todos y cada uno adquieren ahora una pátina de deportividad y alta tecnología. Esto se aprecia en las dos combinaciones de colores disponibles (gris oscuro/naranja y blanco/negro) y en el uso de la fibra de carbono para revestir una sección del paragolpes delantero, las molduras laterales, los pasos de rueda y los faldones, además del difusor trasero, la pieza clave en toda la aerodinámica de este coche al proporcionarle un plus de estabilidad a altas velocidades.

Hay elementos de contraste en su decoración, como los carenados de los retrovisores, el techo o las pinzas de freno, todos con una tonalidad naranja que se repite en las llantas de 18 pulgadas y la calandra, aunque con un baño metalizado. El que busque un coche discreto, que se olvide del DS3 Racing, que en su cabina insiste en estas combinaciones de colores tan ‘tuning’. El carbono reaparece en la consola central, los paneles de las puertas y en el volante y el tono naranja en salpicadero y palanca de cambios. Los asientos son como deben ser, tipo baquet, envolventes y revestidos en piel.

Ahora sólo queda esperar y rezar para que Citroën tenga una partida del DS3 Racing reservada para el mercado español y, dentro de él, para el canario. Nuestra región, junto a la gallega y la asturiana, se suele llevar la palma en cuanto a ventas de coches con este perfil tan deportivo.

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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