Durante estas últimas semanas, tanto en medios de comunicación, como en foros y redes sociales, ha vuelto a prender el debate sobre el futuro del Campeonato de España de Rallies de Asfalto (CERA). De nuevo ha surgido la contraposición entre un reglamento al estilo británico altamente restrictivo y uno al estilo francés muy abierto, pero sobre todo, un interés por devolverle el impulso a uno de los certámenes estrella del automovilismo deportivo.
La Real Federación Española de Automovilismo (RFEdA) ha recogido en cierta medida el guante y este jueves 19 de septiembre ha emitido un comunicado en el que aclara algunas cuestiones. La primera, subrayada y en negrita, que no se ha tomado aún ninguna decisión sobre la estructura deportiva del CERA de 2014. De su diseño y aprobación se encarga la Comisión Delegada y aún no hay nada negro sobre blanco.
La federación admite que actualmente se están recabando opiniones entre las distintas partes para que el campeonato sea “atractivo, equilibrado y acorde con la situación actual”, un aspecto éste último que quizá encierre un posible cambio en la reglamentación actual que permite los World Rally Car de última generación con brida de 31 milímetros.
Quizá también con la polémica que ha generado el desembarco del MINI JCW de Luis Monzón como mar de fondo, la RFEdA recuerda que su prioridad es “que el campeonato atienda a los intereses generales de pilotos, equipos, marcas y organizadores” y, en ningún caso, “a los intereses particulares que puedan surgir de forma individual y, en ocasiones, interesados”.
Más interesante aún es que el ente que preside Carlos Gracia advierte que cualquier cambio que pudiera producirse “respetará al máximo las inversiones que se han venido adoptando en los últimos meses por equipos y marcas”, señala, “para adecuarse a los requerimientos técnicos” que ha exigido este año el CERA. Es decir, ni hablar de un campeonato restringido a los R1, R2 y R3. La RFEdA concluye tranquilizando a todas esas partes implicadas al afrmar que se está trabajando para lograr un campeonato “estable y atractivo” y que potencia tanto el nivel como la máxima competitividad.
