Cambio de superficie y mismo resultado: el podio. Marcos González y Borja Rozada no han podido tener mejor bautismo en el asfalto gallego durante el pasado Rally Rías Baixas. El joven lanzaroteño, que ya fue segundo en Curtis sobre tierra, volvió a terminar en posiciones de honor en esta segunda cita de la temporada de la BkRMC 2014.
Para el campeón provincial de Las Palmas de rallies de tierra de 2013 el asfalto se había convertido en su asignatura pendiente, pero desde la prueba viguesa parece que ya está aprobada y con nota. Más aún cuando el rally empezó poniéndose muy cuesta arriba para el equipo de Distribuciones Viera en el segundo tramo fruto de una leve salida de carretera que acabó en pinchazo.
“Una piedra se quedó encajada entre la pinza de freno y la llanta. La rueda se quedó bloqueada y acabó pinchando. Así tuvimos que hacer algo más de un kilómetro hasta llegar a meta, de ahí que nos metieran más de 40 segundos”, explica Marcos, que desde ese momento tuvo que descartar el poder medirse con sus compañeros de la BkRMC que estaban ya jugándose el primer puesto.
Pero en la segunda sección los tiempos volvieron a salir y sorprendido de verse arriba también en asfalto, el canario fue cogiendo más y más confianza. “Ha sido de mucha ayuda que mi copiloto Borja ya tuviera experiencia aquí. Los tramos me han encantado, nunca había corrido en un rally parecido a éste y hubo un momento en el que empecé a disfrutar mucho pilotando el Ford Fiesta R2”.
La dureza del rally se dejó sentir en las bajas que también se iban produciendo en esta copa. Desde el final de la primera etapa se les puso a tiro el podio y ya en el primer paso por ‘Fornelos’ (TC5) alcanzaron esa tercera plaza que acabó siendo para ellos. “No llegamos a atacar, pero sí aceleramos un poco el ritmo al ver que Pepe López nos iba recuperando terreno. Al final pudimos mantener nuestra ventaja”, continúa el canario.
Pero una vez más quedó claro aquello de que en las carreras no hay nada hecho hasta que se cruza la bandera y en el enlace del penúltimo al último tramo –de ‘Fornelos 2’ a ‘As Neves 2’– un fallo en el acelerador electrónico estuvo cerca de dejar a Marcos González y Borja Rozada en la cuneta. Al final pudieron reconfigurarlo y reemprender la marcha sin penalizar en el control horario. Y para compensar el susto, suyo fue el último scratch de ‘la Beca’. “Fue una sorpresa porque de verdad que no apuramos. Íbamos tranquilos, pero para nosotros fue la guinda de este Rally Rías Baixas”.
“Lo más positivo de este rally, además del resultado, es que por primera vez he notado un claro progreso en asfalto. Para hacer un buen papel en la BkRMC es fundamental ser rápido en las dos superficies y ahora tengo mucha más confianza de cara a lo que queda de temporada. Estoy muy ilusionado”, concluye el piloto de Haría.
