Después de algunos bandazos deportivos ocasionados por las diferencias de su equipo con la manera de gestionar la Real Federación Española de Automovilismo sus dos campeonatos nacionales de rallies, Xevi Pons va a centrarse desde este fin de semana en el mundial. Cerdeña va a suponer su regreso a este certamen que ganó en 2010 en la entonces recién estrenada categoría de los Súper 2000, la SWRC.
Entonces fue con un Ford Fiesta S2000 y en esta nueva etapa va a competir con uno de los nuevos Fiesta R5 que no estrenará hasta dentro de unas semanas en Ypres, su única incursión del año en el European Rally Championship. Aquí en Cerdeña volverá a pilotar un Mitsubishi Lancer Evo X con especificaciones de Producción.
“Estoy muy contento de regresar al Campeonato del Mundo de Rallies. Lo afrontamos con muchísima ilusión y con la esperanza de realizar un buen papel en las participaciones de esta temporada con las miras puestas en 2015. En Cerdeña iremos de menos a más, tomando contacto con el WRC y cogiendo un ritmo de carrera adecuado al certamen, ya que hace mucho tiempo que no competimos en él”.
En este Rally de Cerdeña el piloto catalán obtuvo en 2006 la cuarta posición absoluta con uno de los Citroën Xsara WRC de Kronos, un resultado que se repitió hasta en otras cuatro ocasiones a lo largo de su carrera mundialista. Conocedor de sus trampas Pons dice que será un rally “muy duro y complicado”. “Tiene un piso muy arenoso y mucha piedra y, además, cuenta con el tramo más largo del mundial con 60 kilómetros. Por eso tenemos que hilar muy fino y realizar un rally muy cerebral para conseguir un buen resultado y comenzar la temporada con fuerza y firmeza”, ha dicho el de ACSM.
