Convertido desde hace años en uno de los scooter de referencia en el archipiélago, sigue renovándose para mantener su idilio con el público al disponer de una completa gama de motores.
Su agilidad para enfrentarse al tráfico urbano continúa siendo uno de sus características más valoradas lo que une a la confianza y seguridad que dispensa en los trayectos extra urbanos. La posición de conducción y la sensación de control derivada del chasis de doble cuna en tubo de acero de alta resistencia y del que derivan una horquilla delantera telescópica con barras de 35 mm y el doble amortiguador de doble efecto y muelle regulable en precarga en cuatro posiciones, procuran un comportamiento excepcional sea cual sea la talla y el peso de su propietario. A ello se une su peculiar apuesta por las ruedas altas con llantas de 16 y 14 pulgadas delante y detrás y neumáticos de tamaño sobredimensionado (respectivamente 110/70 y 140(150)/70).
La oferta de propulsores se inicia con el motor de 125 cc de inyección electrónica.El segundo escalón lo ocupa el Beverly 300 S, un 300 c.c. monocilíndrico de 4 tiempos, 4 válvulas e inyección electrónica que consigue una potencia máxima de 22,2 CV a 7.250 rpm con un par máximo de 23 Nm a sólo 5.750 rpm. Por último, el Beverly SportTouring equipa el novedoso monocilíndrico 350 de 4 tiempos, 4 válvulas, inyección electrónica y refrigeración líquida.
Esta última versión equipa de forma opcional el paquete ABS/ASR. Ambas ruedas están equipadas con una rueda fónica y un sensor para la detección instantánea de la velocidad de rotación.