Aunque el Campeonato Provincial de Las Palmas de Montaña ya arrancó sin ellos en La Pasadilla, los dos número uno tanto de turismos como de barquetas hacían su primera aparición de la temporada. En su isla en el caso de un Julián Falcón que ya hizo podio en el inicio del autonómico en La Gomera, pero estreno en toda regla en el caso de un Miguel Cabral que, a partir de aquí, se sube a lo que queda de calendario.
Él y su Mitsubishi Lancer Evo VI –que estrenaba frenos más potentes y un motor remozado parcialmente– eran los favoritos y en ningún momento jugaron al despiste. Sus rivales, los BMW M3 de José Mari Ponce e Iván Armas, han tenido su techo estas últimas temporadas lejos de sus mejores tiempos, así que con esa tranquilidad fue en busca de su ritmo para, manga tras manga, ir a por su propio tiempo de referencia.
Pero esta quince edición de la Subida a Arucas sorprendió a todos –incluso a los pilotos locales– con un pequeño avance del verano. Será por aquello de que estamos cerca del ‘cuarenta de mayo’ que la temperatura ambiental se acercó a los treinta grados, calentando tanto el asfalto que a los pilotos les costó habituarse a la falta de agarre. Cabral se exhibió en entrenamientos pero en las dos oficiales llevó el ‘Mitsu’ recto para establecer un 2:01.568 que rebajaba su mejor tiempo personal y, lo más importante, le daba su primera victoria del curso.
Tanto Ponce como Armas también pilotaron un poco más de cara a la galería en entrenamientos, pero inmediatamente después se dejaron de juegos. Y les debió costar muchísimo, porque la concentración de público en los menos de cuatro kilómetros de esta rampa fue enorme. Pero uno y otro se conocen bien y José Mari Ponce no quería volver a tener que claudicar igual que el año pasado, cuando unos discos de freno doblados le impidió acercarse a sus tiempos. Esta vez dio en la diana en la primera oficial, con neumáticos nuevos y echándole arrestos para establecer un 2:05.707 que fue suficiente. Iván se le acercó en la segunda intentando –casi contra su naturaleza– llevar el M3 recto. Al final se quedó a 830 milésimas. Es el nuevo líder de este certamen de montaña.
Mención aparte merece el papel de Jonathan Nuez. El de Teror llevaba una racha negra que, siempre por pequeñas averías sin apenas importancia, le habían llevado al límite. Aparcada de momento la idea de colgar el casco y estrenando su reciente paternidad, esta vez su Renault Clio Williams funcionó como un reloj. Sexto en entrenamientos, dio un paso al frente en la primera oficial y, recuperando la confianza perdida en estos últimos años, acabó doblegando a otro de los destacados de esta Subida a Arucas, Iván Medina, para atrapar la cuarta posición final en turismos.
Al piloto del Seat Ibiza, protagonista involuntario del accidente que provocó Yeray Collado en La Pasadilla, la fortuna también le debía una. En entrenamientos ya puso a todos sobre aviso al permitirse el lujo de encaramarse a la tercera plaza. El la primera oficial ya se ubicó tras los BMW y entonces le tocó defenderse de Nuez en la última. Acabó cediendo esa cuarta plaza, pero nunca antes había acabado entre los cinco primeros y, además, con el premio extra de llevarse el Trofeo de Promoción BP Ultimate y, además, con nota.
Soberbia también la subida del grupo de equipos que presentaron su candidatura a la sexta posición final y que acabó llevándose el que antes hizo los deberes. Alejandro Carreño, que nos tiene habituados ya a hacerlo muy bien en Fataga y San Bartolomé, exprimió al máximo su Citroën Saxo VTS y su tiempo fue un muro que, aunque por poco, no pudieron franquear ninguno de sus rivales. José Martín y su Toyota fueron avanzando a pasos agigantados pero se quedaron a 125 milésimas.
Tras él, octavo, Aníbal Machín con el Renault Mégane de Jesús Lemes. Los dos conejeros se intercambiaron los coches en Arucas, con la mala fortuna de que el Renault Clio rompió motor en la misma curva de meta durante la primera oficial. Juan Betancor (Toyota Corolla Twin Cam), con una conducción ‘full attack’, fue noveno y último del grupo de cuatro pilotos que acabaron dentro de la horquilla de los dos minutos y 14’’.
Santiago García (Opel Ascona SR), primero entre los Grupo H, pudo ganarle la partida a Samuel Talavera, esta vez al volante del Renault Clio Cup y a Elizabeth Santana (Honda Civic VTi), tercera del Trofeo de Promoción tras Medina y Lemes. Su hermano Alexis no pudo participar en ninguna de las mangas oficiales al averiarse el cambio de su Renault 5 GT Turbo. A continuación terminaron David Bolaños –muy espectacular con su BMW 325i), Aythami Afonso (Citroën Saxo VTS), Miguel Quintino (BMW M3) y Sergio Castro sacando por fin del cajón de Silenciosos El Calero su Renault Clio V6 Trophy.
Martín contra Martín
Confinado de una manera más clara en un apartado al margen de los turismos, Modesto Martín tuvo que luchar contra sí mismo y también contra su BMW E90 ‘Silueta’ que sigue sin dar su brazo a torcer. El piloto norteño pudo anotarse el triunfo moral de rebajar su mejor tiempo con el Porsche aproximadamente en segundo y medio al establecer un 1:57.221, pero aún deberá trabajar muchísimo en su coche, sobre todo cuando la siguiente cita del autonómico va a ser en Moya.
En cuanto a barquetas, Julián Falcón venía dispuesto a hacer un gran papel con su Silver Car S2. El calor estuvo a punto de dar al traste con su intención de rebajar el récord de las CM, pero en la primera oficial salió como un cohete para establecer ese nuevo 1:52.301 que rebajaba en más de medio segundo el récord que el mismo logró en 2013 y cada vez más cerca del absoluto que posee Carlos Alonso Lamberti. Aquí en Arucas volvió a competir Julio Martínez después del susto de La Pasadilla. Hizo su propia carrera para acabar segundo a 10,7’’ del ganador en este apartado.
En la nutrida Regularidad Sport que se dio cita en la XV Subdida de Arucas el equipo mejor clasificado fue el de Alexis Manzano-Rubén Tejera (Toyota Starlet), con 24,3 puntos de penalización. A 0,7 de los anteriores concluyeron José Herrera-Agustín Vega (Toyota Corolla KE30), copando el podio Olegario Reyes-Isabel Pérez (BMW 323i) a 2,2 puntos de la cabeza.
