En sólo un año el panorama del Campeonato de España de Rallies de Asfalto ha dado un giro de 180 grados. Por lo menos a nivel técnico. A finales de 2013 parecía que los GT estaban condenados al ostracismo y muchas de las familias que conviven en difícil equilibrio en este certamen parecían estar de acuerdo en propiciar un progresivo acercamiento a la normativa FIA. La propia realidad del campeonato y el aperturismo del ente internacional ha hecho que los GT no sólo sean un producto con denominación de origen RFEdeA, sino que también hayan entrado de cara a 2015 como parte de la nueva hornada de vehículos FIA.
Las diferencias, dicen, no son tan grandes y las establece la relación peso potencia que tiene una y otra normativa: 3,4 kg/CV en el caso de los de la FIA y 2,95 kg/CV para el de la RFEdeA. Los del nacional son más potentes, pero sus homólogos que van a correr la nueva FIA R-GT Cup en un calendario que toma pruebas del WRC (Montecarlo y Alemania) y el ERC (Ypres, Valais y Córcega) son más ligeros al ‘capar’ el potencial de su motor mediante una brida de 39 mm que, según Tuthill Porsche, se lleva del orden de 75 CV.
El preparador con sede en Oxfordshire parece haber dado con una fórmula que permite al 997 GT3 disponer de unos buenos bajos, ya sea gracias a su electrónica o por el uso de esa brida. Si es así, quizá la vía de sacrificar caballos en pos de unos mejores bajos y una mayor ligereza sea una alternativa a tener en cuenta de cara a los GT que compiten en el CERA.
De momento Sergio Vallejo ya tiene previsto hacer una visita a Tuthill, un preparador especializado en Porsche y que ya ha disputado dos rallies del mundial con varios 997 GT3 Cup. La colaboración entre los británicos y su equipo, el Vallejo Racing, arranca de atrás. Ambos comparten datos de sus respectivos coches y sin duda el interés del gallego pasará por ver qué aspectos de su R-GT FIA pueden ser beneficiosos en un campeonato como el nuestro que combina escenarios ideales para los Porsche con otros favorables para los 4x4. Además, si alguien opta por un coche acorde con esta regla, podría permitirse el lujo de correr alguna prueba del mundial cuando le viniera en gana. A priori y teniendo en cuenta las ventajas en cuanto a costes de mantenimiento, parece un buen negocio.
Sería paradójico que al final, en caso de adaptarse al corsé de esa categoría R-GT, ese Porsche acabara siendo ‘más FIA’ que el único R5 que compite –por ahora– en el CERA y que a raíz del cambio técnico que se permitió este pasado verano –el bloqueo de la válvula de descarga del turbo– lo ha dejado al margen de esa normativa internacional. ¿Se imaginan un Porsche ganando esa nueva Copa de España de Rallies para Vehículos FIA?
Foto: Tuthill Porsche