Aunque sus dolores de cuello son ya historia gracias a un tratamiento con ozono y a sesiones intensivas de fisioterapia, Alberto Hevia sigue sintiéndose como un piloto retirado. Puede que no sea definitivo, pero como ya dejó claro cuando surgió la falsa noticia de su vuelta al CERA, por el momento no ha vuelto a sentir la llamada de los tramos cronometrados.
“Si soy sincero, no he pasado ningún mono. De hecho en la mayoría de pruebas que se celebran aquí en Asturias voy a verlas o participo como ‘coche cero’ o de la caravana de seguridad. Claro que me gusta correr, pero ahora mismo estoy súper centrado en el taller y en la familia y con eso en mente te olvidas de las carreras. El casco sigue aparcado porque no estoy buscando nada”, afirma ‘Berti’, que sin embargo no se lo pensó dos veces cuando Juan Lopez Frade le llamó para sustituir a Joan Vinyes en el Rally Sierra Morena.
“Me llamaron de Suzuki Juan y Manel y me ofrecieron sustituir a Joan y por supuesto que les dije que sí. Cuando Joan se recupere se subirá al coche, yo me bajaré y ahí acabará la aventura”. De momento se va a prolongar hasta la cuarta prueba de la temporada, ya que según confirmó el dos veces campeón de España, estará también en Vigo. “Espero que dure poco porque eso significaría que Joan se ha recuperado. Lo importante es que se recupere cuanto antes. De momento sé que el Rally Rías Baixas lo voy a correr y, a partir de ahí, cuando él esté listo se volverá a subir al coche otra vez”.
Respecto a su papel en el Rally Sierra Morena, Hevia explicó que lo encaró expectante porque los precedentes en Córdoba no eran buenos... “Este rally lo habíamos hecho sólo tres veces y en dos habíamos tenido un accidente y en otra se rompió el coche, así que... no las tenía todas conmigo. Empezamos un poco oxidados al principio después de dos años y medios sin correr y además Jordi Mercader y yo también nos tuvimos que adaptar. Empezamos quizá demasiado prudentes, pero preferí arrancar así y empezar a adaptarnos al coche y al copiloto para acabar disfrutando mucho”, explicó.
Su ritmo fue a más, sobre todo en la parte final del rally en la que el asturiano se vio mejor incluso de lo que esperaba. “Más aún cuando un Súper 1.600 es un coche muy exigente de llevar. Al no tener mucha potencia en zonas rápidas hay que frenar muy tarde para poder conseguir algún tiempo. Me costó más que si me hubiera subido por ejemplo a un ‘Evo’ u otro que exija menos físicamente. Pero es cierto que me fui encontrando cada vez mejor”, subrayó.
Consultado por la sensación que le deja este Campeonato de España de Rallies de Asfalto, el ex de Skoda ve el vaso medio lleno. “Lo que vi es más coches. Había unos cuantos Mitsubishi, más Porsche, el equipo oficial Suzuki, el de Opel, mucho R2... Creo que el campeonato va poco a poco mejor y creo que después de esta etapa de crisis se encuentra en un mejor momento que años atrás”, señaló.
También es indulgente a la hora de valorar el papel de los Porsche en este primer tramo de temporada en el que, literalmente, han arrasado en la clasificación. “Ahora mismo el GT en carreteras como en Andalucía o Canarias, y quizá también en Vigo y en Ourense, con los coches a batir porque son rápidos y son fiables, van bien. Además es un coche muy atractivo de ver pasar porque tienen ese sonido que enamora. Va muy bien, pero tendríamos que tener un R5 para saber si puede ser capaz de ganar en rallies rápidos a los GT. Pero es un coche entre comillas asequible y capaz de ganar carreras y me parece bien que compitan, porque si no llega a ser por los GT ya ves lo que habría. Yo creo que tiene que haber de todo y que se mezclen los coches y luego que la normativa los iguale para que corran carreras”, dijo.