El pasado domingo Enrique Cruz dio otro paso más de cara a convertirse en uno de los grandes nombres del automovilismo canario. A sus 29 años acumula siete títulos regionales, una victoria absoluta en rallies y cincuenta en montaña, cifra esta última que alcanzó al vencer en Haría con récord incluido. “Es una cifra importante para mí. Antes de ir hacia Lanzarote decidí contar cuántas victorias llevaba en montaña desde que empecé en 2006 y me puse a apuntar hasta llegar a las 49”, explicó el seis veces campeón de montaña y una vez en rallies en la entrevista que le hizo el programa Kilómetro 103 este pasado lunes 22 de junio.
Sobre el hecho de conseguir un nuevo récord –en realidad rebajar uno que ya estaba a su nombre–, el de Disa afirmó que si lo buscó fue como forma de probarse de cara a un Rally Senderos de La Palma en el que se juega buena parte de las opciones de renovar el título autonómico. “Quería irme con un buen sabor de boca antes de esta carrera y por ello preparamos la carrera muy bien. El coche iba fantástico y piloté muy cómodo, de hecho en la última manga perdí alrededor de un segundo porque hubo un accidente y me avisaron de que parara. Siempre, aunque sea poco, intentamos mejorar el coche y que yo me sienta más cómodo. Así, los tiempos salen”, señaló en los micrófonos de Radio Canarias.
Aunque las victorias y los títulos llegaron ya desde 2012, su primer año con el Porsche, desde la temporada pasada se ha visto esa mejor versión de Enrique Cruz que brilló con especial fuerza en los rallies de Adeje e Islas Canarias. Para él la clave de esa evolución está en una palabra: “La clave está en la confianza. Con el Porsche es muy importante y con el paso del tiempo y los kilómetros le vas perdiendo ese respeto. Te da unas sensaciones muy diferentes a lo que cualquier piloto puede estar acostumbrado e incluso para mí, que venía de las barquetas, es un salto increíble. No deja de asustar, pero acabas teniendo confianza con él y en aquellas curvas que son a fondo, creértelo y hacerlas así, a fondo. Además, nunca dejamos de trabajar en el coche y creo que tenemos una puesta a punto muy buena”.
Precisamente confianza es lo que le va a hacer falta para apurar hasta la última gota sus posibilidades de repetir como campeón de rallies. Los abandonos de Adeje e Islas Canarias son un hándicap difícil de remontar pero no insalvable y la reconquista empieza en La Palma. “La mecánica nos falló en el momento más importante. Espero que a final de año no nos acordemos de estos dos rallies, aunque yo no me voy a olvidar en la vida. Eran dos pruebas muy importantes para mí, eran una oportunidad, pero no pudo ser”, se lamenta Enrique, que tuvo que bajarse de ambas carreras cuando era líder por delante de todos los ‘cocos’ del nacional.
En cualquier caso, esos dos malos tragos están superados. Las tres victorias consecutivas en montaña, los récord, los cincuenta triunfos en subidas ya y el trabajo de su equipo que ha vuelto a hacer del Porsche una máquina fiable son un buen punto de partida para encarar toda la segunda mitad de temporada. La Palma será un primer asalto, pero le seguirán Telde, Isla de Tenerife y Lanzarote. Un programa ampliado respecto a lo que estaba previsto y que le garantiza poder defender ese número uno.
“Nos gustaría ganar en La Palma y así empezar esa remontada que parece imposible. Mientras las matemáticas no digan lo contrario vamos a tener esperanza y seguir intentándolo”, apunta el tinerfeño, que al margen de los Armide Martín, Alfonso Viera, Yeray Lemes o Miguel Fuster, tiene como principal rival a sí mismo. “Tengo mucha confianza porque conocemos ya muchos tramos y sé que yendo el coche como va podremos estar delante. Desconozco las estrategias de los demás equipos, aunque está claro que ahora mismo los mejor situados son Miguel Fuster y Armide Martín y que nosotros con los dos ceros lo tenemos muy difícil porque no tenemos ningún margen de error. Pero queda mucho aún, se podría decir que el campeonato empezará en La Palma”.
