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El Toyota Hilux se pone al día

  • Pequeñas alteraciones en su imagen y en su equipamiento

Con más de cuarenta años a sus espaldas, el Hilux ya no tiene nada que demostrar en materia de resistencia y fiabilidad. Nadie puede discutirle a Toyota que es uno de los coches más invulnerables del mercado. Pero el lanzamiento por parte de algunas de sus marcas rivales en el apartado de los pick-up ha hecho que desde Japón se diera luz verde a pequeñas acciones de actualización de este modelo. Nada profundo, sólo algún retoque para volver a afilar su mirada y amurallar su equipamiento para poder incrementar su grado de confort conservando indemne su funcionalidad.

Con el Hilux, Toyota fue uno de los primeros fabricantes en atreverse a invertir en diseño y acabados dentro de una categoría que por la herencia de un uso eminentemente laboral en el pasado siempre se consideró el hermano pobre de los todo terreno japoneses. La actual generación del Hilux, sin embargo, estrechó al máximo el margen respecto a los turismos de la gama y su éxito en ventas y el viraje hacia ese mismo rumbo de las demás marcas ha demostrado que no se equivocaban.

Su apariencia vuelve a incidir en ese halo de calidad por la vía del dinamismo. El nuevo diseño de los faros, la puerta trasera con cerradura o los nuevos paragolpes con los lavafaros integrados consolidan esa misma trayectoria. Los cromados que enmarcan la parrilla o los cristales tintados completan esas pequeñas acciones de rejuvenecimiento del Hilux de 2010 que, además, afianzan otra de las notas dominantes de la actual generación: su clase. Tanto es así que a pesar de que las modificaciones son muy tenues, en general el nuevo Hilux tiene un rostro más cercano a la gran referencia en lujo off-road en Toyota, el Land Cruiser.

El interior también ha pasado por el filtro de la renovación. Aquí también el ‘lifting’ es tan sutil que es difícil detectarlo a simple vista, pero desde Toyota se afirma que el actual modelo ofrece unos niveles de acabado superiores. Técnicamente lo más sobresaliente es la nueva transmisión automática de cinco velocidades o el nuevo control de velocidad de crucero. El Hilux ofrece tres resistentes opciones de carrocería; el espacioso doble cabina de cinco plazas, el versátil con cabina extra y el modelo de cabina sencilla.

Por supuesto, el pick-up de Toyota se sigue ofreciendo con tracción a las cuatro ruedas conectable a través de un diferencial de deslizamiento limitado que detecta cuándo una rueda está perdiendo tracción y distribuye el par necesario entre aquellas que gozan de un mayor agarre.

Sólido como una roca

Toyota lanzó su primer Hilux en el mercado japonés en 1967 y desde entonces ha vendido más de 12 millones de unidades. Pronto se labró una reputación mundial como coche de buenas prestaciones y absoluta fiabilidad, una fama que conserva intacta hoy en día gracias a la exigencia del fabricante. Sirva como ejemplo que la actual generación fue sometida a test muy duros en Sudáfrica –a 2.800 metros de altitud- o en los Andes peruanos –a 4.800 metros de altura y con niveles de oxigeno un 50 por ciento inferiores a los que hay a nivel del mar. Todo, para poder poner a prueba la mecánica del Hilux. Y del continente americano a Australia para atravesar más de 150 horas de campo a través y a Dubai, un laboratorio perfecto para comprobar cómo se comportaba a temperaturas cercanas a los 50 grados. Incluso en estas condiciones tan extremas, ni el sistema de aire acondicionado rechistó.

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