El primero recibió el apodo de Bobby, después le tocó el turno a Jack. Estos han sido los nombres asignados a los vehículos con los que Audi ha experimentado la conducción pilotada en circuito o en situación de tráfico real.
Haciendo repaso a esta trayectoria, el primero, un RS 7, fue capaz de completar una vuelta completa sin conductor al Circuito de Hockenheim llegando a alcanzar una velocidad próxima a los 240 km/h, esto ocurrió en octubre de 2014.
A principios del año siguiente, Jack fue algo más osado enfrentándose a una vía pública desde Silicon Valley a Las Vegas para ser exhibido en la Feria Electrónica de Consumo (CES). El Audi A7 piloted driving repitió experiencia en las autopistas alemanas circulando de forma autónoma a 130 km/h. En mayo de este año, algunos periodistas escogidos experimentaron los avances alcanzados con esta tecnología viajando a bordo del Audi A7 por la ciudad de Shangai.
Robby ha elegido de nuevo exhibirse en los circuitos. El escenario, Sonama en California, sede de la IndyCar y de la NASCAR. El nuevo prototipo desarrolla una potencia de 560 CV y es alrededor de 400 kilos más ligero que su predecesor. Lo interesante en esta ocasión, tal como explica Thomas Müller, responsable de desarrollo de frenos, dirección y sistemas de asistencia al conductor en Audi, es que el RS 7 se ha llevado a sus límites físicos vuelta tras vuelta superando el reto con precisión uniforme. Ya sea frenando, al tomar una curva o al acelerar, el coche controla todas las funciones de conducción de manera totalmente autónoma y con la máxima precisión. Para el anecdotario quedará el crono de 2:01.01, mejor, según afirman desde la marca, que los de los conductores de coches deportivos.
El objetivo de todas estas experiencias basadas en sensores y procesamiento de datos es adquirir la máxima información para trasladarla a los sistemas de producción en serie contribuyendo a mejorar la seguridad de los vehículos. La próxima generación del Audi A8 adoptará algunos de los avances conseguidos en este campo para asumir el control en las maniobras de aparcamiento o en situaciones de atasco para los arranques y paradas hasta los 60 km/h.