Desde los primeros farolillos pasando por las lámparas de petróleo hasta las halógenas, bi-xenón y luz led, la tecnología de iluminación para los automóviles ha evolucionado 'casi' a la misma velocidad con la que se traslada la luz. El fabricante de automóviles Audi es una de las marcas que más profundiza en la investigación de este campo trabajando en la actualidad en una nueva tecnología denominada OLED -diodo orgánico emisor de luz- de la que ya existen los primeros proyectos para su aplicación en modelos de producción.
A groso modo, la unidad OLED está formada por dos diodos, uno transparente, entre los que se intercalan una serie de láminas con un grosor no superior a una milésima de un milímetro. Frente a los faros basados en fuentes de luz puntuales como los led, las unidades OLED son fuentes de luz plana. Son más homogéneas y permiten una regulación variable continua. La luz no proyecta ninguna sombra y no requiere ningún tipo de reflector, guía o componente óptico, lo que hace que sean ligeras y eficientes.
Los avances en esta tecnología en términos de densidad permitirá ser aplicada también para los intermitentes y las luces de freno. Las delgadas láminas de vidrio que se utilizan actualmente para revestir el material orgánico serán reemplazadas por películas de plástico con cuya flexibilidad se podrán crear formas en tres dimensiones, abriendo así nuevas campos creativos para los diseñadores.
Otras ventajas es que pueden subdividirse en pequeños segmentos que permiten controlar el brillo a diferentes niveles, también los tiempos de apagado y encendido son extremadamente rápidos. Audi ya aplica estos avances a través de la tecnología Audi Matrix OLED, complementando a otras soluciones de iluminación como los Audi Matrix LED o los faros Matrix Laser.
La marca alemana presentará en el Salón del Frankfurt un nuevo prototipo equipado con la tecnología Matrix OLED.