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Prueba

Nuevo Fiat 500: de aquí a la eternidad

  • El interior presume de su estilo 'Made in Italy'
  • A finales de año se unirá la motorización diesel 1.3 Multijet

“Tocar una obra de arte que ha sido líder de ventas es un reto importante y peligroso. Corríamos el riesgo de tocar algo vital y que el 500 no fuera ya el mismo”. Habla Alfonso Ortín, director de Comunicación de la marca Fiat en España y posiblemente una de las personas que mejor sabe cuanto de su filosofía y su esencia encierra en su pequeño recipiente el 500. Si la recuperación de este verdadero icono del proceso de motorización de la Europa mediterránea en 2008 ya fue un ejercicio valiente, no menos su renovación en esta nueva generación cuyo lanzamiento se inició este pasado mes de septiembre.

En la presentación de producto hecha por la marca en Tenerife tuvimos una breve pero intensa toma de contacto por las magníficas carreteras que llevan desde el norte de la isla hacia el Teide. Una buena vara de medir a la hora de valorar este coche que en su versión Lounge (la tope de gama) con el motor 1.2 de 69 CV explota, más que ninguna otra característica, su capacidad para marcar tendencia. 

Lo hace en detalles de su frontal que en realidad es mucho más distinto al del anterior modelo de lo que puede parecer a simple vista. No hay que olvidar que son más de 1.800 los componentes nuevos que emplea este 500 de 2016, el equivalente a un 40 por ciento del coche. Faros, los pilotos de luz diurna LED, la parrilla inferior con un elegante tratamiento cromado, la discreta toma de aire situada bajo la bigotera y el logo, los paragolpes y los antiniebla son nuevos. Es decir, el frontal al completo es diferente. Pero suma y sigue en perfil con la moldura lateral, la fenomenal colección de llantas y, detrás, con la óptica cuyo centro está acabado en el mismo color de la carrocería. 

El exterior es impecable porque Fiat ha conseguido el reto de evolucionar el 500 en una clara dirección de modernidad pero sin mermar ni un ápice su identidad. El interior toma ese mismo camino mediante un salpicadero retocado, un volante más bonito que además integra con mucha más elegancia los mandos del equipo de infoentretenimiento y un cuadro que sabe nadar en esas dos aguas en las que se baña el 500, la del clasicismo y la del vanguardismo.

Avances en infoentretenimiento

Capítulo aparte merecen, porque es donde el salto es más considerable en el interior, los avances realizados en el campo de la conectividad al incorporar el sistema de información y entretenimiento integrado Uconnect de 5’’ que en sus versiones más avanzadas reúne las funciones de reproductor multimedia (facilísimo de conectar), teléfono con manos libres con reconocimiento de voz, acceso a radio vía internet mediante Tunein, Facebook, Twitter, lector de SMS y navegador apoyándose siempre en los mandos del volante. Los mandos de la climatización y los nuevos difusores de aire están muy integrados en el conjunto.

El estilo ‘Made in Italy’ salta a la vista en ese cuerpo principal tan bien terminado, pero incluso en la versión Lounge se echa en falta plásticos de mayor calidad que enriquecerían mucho la terminación del interior. Sobre todo en zonas tan en contacto como los apoyos de las piernas, las puertas y el salpicadero. Los asientos son muy llamativos y su diseño va completamente a juego con el estilo que emana del 500, pero mejorarían con un perfil algo más envolvente. 

Vuelve a ganar enteros el 500 en las infinitas posibilidades de personalización con sus dos carrocerías (estándar y cabrio), 13 colores de carrocería, nueve llantas, diez tapizados distintos, dos líneas de acabado (Pop y Lounge), tres packs de equipamiento y la ‘segunda piel’ que permite contar de fábrica con una serie de vinilos con relieve muy originales. Sabe lo que se hace, porque cuando surgió hace ahora ocho años fue uno de los pioneros en la apuesta por la individualización y de ahí derivó en una cantidad ingente de variantes. Algunas tan exclusivas como la by Gucci y otras tan llamativas como la Pink.

Combinados con cambios mecánicos de 5 o 6 velocidades o el cambio robotizado Dualogic, los motores disponibles en el mercado español son: el 1.2 8v de 69 CV, el bicilíndrico 0.9 TwinAir de 105 CV, el 1.2 8v 69 CV EasyPower (GLP/gasolina) y el turbodiésel 1.3 MultiJet de 95 CV disponible a finales de año. En esta toma de contacto probamos el 1.2 de 69 CV, un propulsor que en un entorno de carreteras de montaña no estaba ni mucho menos en su medio natural pero que se defendió bien con la ayuda de un cambio manual de 5 velocidades de tacto muy agradable.

En definitiva, ya lo ven, ingredientes suficientes para permitir al 500 mantenerse como el icono que es pero poniendo el acento en aquellos aspectos que, hoy por hoy, marcan el presente del sector automovilístico incluso en una categoría tan específica como la suya.

 

 

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