Como ya ocurre con otros prototipos de propulsión alternativa, Audi sigue perfeccionando sus propuestas para la movilidad del futuro. El último ejemplo es el Audi h-tron quattro de pila de combustible, un prototipo en el que se continúa perseverando en aspectos como el peso, la mejora de las prestaciones y su capacidad de respuesta, entre otros aspectos, para mantener los excelentes estándares de construcción y rendimiento inherentes a la marca.
El modelo es propulsado por una pila de combustible que genera hasta 110 kW a la que se asocia una compacta batería de iones de litio de menos de 60 kilos. Esta puede suministrar hasta 100 kW de potencia alimentando a dos motores eléctricos -90 kW el delantero y 140 kW el trasero- para proporcionar en conjunto un nada despreciable par motor máximo de 550 Nm. Con esta carta de presentación, el Audi h-tron quattro acelera de 0 a 100 km/h en siete segundos y alcanza una velocidad máxima limitada a 200km/h. Al frenar, la energía generada es almacenada en la batería.
Para mejorar la eficiencia del sistema se cuenta con una bomba de calor para el aire acondicionado y un panel solar en el techo capaz de proporcionar energía extra para alimentar el sistema. A su vez cuenta con tres depósitos que contienen hidrógeno suficiente para alargar la autonomía hasta los 600 kilómetros. El repostaje completo para llenar los tanques de hidrógeno tarda unos cuatro minutos.
A su vez, Audi aprovecha las posibilidades que le brinda este modelo para seguir desarrollando el concepto de conducción pilotada. Equipado con sensores de radar, un nuevo tipo de cámara de video y sensores ultrasónicos y escáner láser, los datos son recogidos en un sistema central de asistencia a la conducción -zFAS- encargado de ir actualizando un modelo que sirva de referencia a este nuevo resto de la industria de la automoción.