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"En Hyundai la naturaleza es una inspiración"

  • "El Stratos era el coche de mis sueños"
  • “Los diseñadores podemos influir con nuestra intuición"
  • "En Alemania un coche es, por encima de todo, una máquina"

Son pocos, muy pocos, los diseñadores españoles que están en un puesto de responsabilidad en el área de diseño de un gran fabricante de automóviles. Uno de ellos, Eduardo Ramírez Cárcamo (Gran Canaria, 1968), es canario y trabaja en Rüsselsheim, en el cuartel general de Hyundai Motor Europe, una de las marcas más activas y que un mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años. De su estudio en el que coordina a un grupo de diseñadores a cargo de exteriores e interiores, han salido modelos de gran éxito como el premiado Tucson, el i30 o el i20 y prototipos tan brillantes como el reciente Ionic. En realidad sólo él sabe cuántos frentes tiene abiertos porque ahora mismo Hyundai es un hervidero de ideas y proyectos.

Criado en una familia con un alto componente artístico, Eduardo parecía predestinado a convertirse en diseñador de coches. Como cualquier niño de su época, al volver del colegio, entre bocadillo de nocilla y programas infantiles, Eduardo dibujaba. Dibujaba mucho. “En casa siempre hubo mucha libertad creativa porque en mi familia siempre ha existido un instinto artístico. Mi hermano es artista, un verdadero artista que ha probado técnicas de fotografía e incluso de video. Yo, en cambio, tenía una vena más técnica”.

Ese instinto acabó solapándose con algo tan canario como la pasión por los rallies. De hecho fue un coche icónico de este deporte el que hizo de catalizador para que Eduardo dirigiera su formación hacia ese campo. “En realidad son muchos los coches que han tenido algo que ver en que me dedique a esto, pero el coche de mis sueños era el Lancia Stratos”, afirma. En esa senda pasó de Bellas Artes a viajar a Inglaterra, primero para especializarse en diseño de automóviles en Coventry y, más tarde, a Londres para seguir con su formación en su Master de Diseño de Transporte.

Allí, en Gran Bretaña, coincidió con otros grandes nombres del sector e, inmediatamente después, hizo las maletas para establecerse en Alemania y trabajar en Audi durante un lustro, dar el salto a General Motors (Opel y Saab) y, desde 2007, convertirse en el Design General Manager de Hyundai. “Mi función es dirigir proyectos tanto para el interior como para el exterior de los vehículos, tanto para producción como de desarrollo avanzado. En mi día a día manejamos muchos proyectos, algunos para el mercado europeo y otros globales, y todos los años también desarrollamos proyectos nuevos que, algunas veces acaban desembocando en concept cars”, explica sobre su trabajo en la sede de Hyundai Motor Europe en Russelsheim. 

Hay mucho de experiencia en este trabajo, pero también de instinto. En su estudio se cocina el futuro de la marca y a veces ha de tener la autoridad y los arrestos de convencer a directivos e ingenieros de la necesidad de seguir la línea que ha marcado su equipo. “Además de guiar a los diseñadores y modelistas, también he de estar en contacto con Corea, con los ingenieros y con la directiva y he de defender lo que creemos que es la dirección adecuada para nuevos modelos. Hay mucho de negociación, de vender una idea, y con nuestra intuición podemos influir a la hora de saber lo que puede ser un éxito o no”.

El instinto también le guía al cribar qué puede añadir valor a futuros vehículos de Hyundai y qué no. Los diseñadores más jóvenes, con su empuje y atrevimiento, tienen como misión crear nuevas ideas, pero es Eduardo Ramírez Cárcamo quien ha de saber captar que ese trazo de más –o de menos–, ese rasgo en el frontal, ese color, ese material o esa forma de óptica puede enriquecer la línea de un coche. “También me responsabilizo de saber qué hace falta para poder ejecutar ese diseño, para convertirlo en realidad teniendo en cuenta compromisos”. En su mundo esos compromisos tienen que ver con costes, ingeniería e incluso las ideas que previamente ha propuesto el departamento de marketing. A veces unos y otros intereses chocan y es cuando entra en escena su bis negociadora.

Fuentes de inspiración

Como se puede apreciar, ser diseñador de una gran marca como Hyundai –en 2014 ascendió al cuarto puesto como mayor fabricante de automóviles del mundo– es mucho más complejo de lo que podía imaginar cuando, de joven, admiraba las creaciones de Harley Earl en un libro en blanco y negro. Pero Eduardo está donde quería estar: en pleno ojo del huracán. En una empresa que está desarrollando actualmente una nueva marca premium, Genesis, y una subgama N de altas prestaciones. En ambas Eduardo tiene algo que decir, algo que aportar y mucho que decidir. Eso sí, no puede avanzarnos nada porque ambos proyectos son alto secreto. 

Al margen de esa hiperactividad que impone un catálogo de modelos en permanente cambio, se siente muy identificado con la forma en que los coreanos conciben el automóvil. “Cuando llegué venía de trabajar con marcas alemanas y en este país el peso de la tecnología es fortísimo. Un coche es, por encima de todo, una máquina. En Corea, debido a la cultura oriental, es muy diferente. El coche es casi un ser vivo y eso me apasiona, porque se puede experimentar mucho más y la naturaleza puede llegar a tener su reflejo en el producto. De hecho en Hyundai las formas de sus coches suelen estar inspiradas en ella”, afirma.

Eso para alguien que nunca ha dejado de sentir el apego hacia Canarias a pesar del tiempo que lleva lejos de su isla, es un punto de partida muy inspirador. Aunque más que inspiración, su origen y el lugar en el que se crió, le han proporcionado una manera diferente de enfocar su trabajo. “Me crié mirando al mar –recuerda– y tengo una serenidad que otros no tienen, quizá por esa manera de ser tan canaria. Eso hace que sea fácil trabajar conmigo en un sector tan exigente como éste”, explica con un acento isleño tamizado por una cadencia en el habla muy germana. “Soy una mezcla de todo: aquí en Alemania soy español; en Corea soy europeo; cuando estoy en España soy canario y cuando vuelvo a Canarias soy extranjero”.

La importancia de las proporciones

Aunque no se puede llegar a comparar con los grandes creadores de moda textil que forman parte de un verdadero star system, los diseñadores de coches han adquirido un protagonismo enorme en los últimos tiempos. Eduardo Ramírez Carcamo no cree que estemos ante una nueva ‘Era Dorada’ del diseño del automóvil, pero sí considera que se avecinan cambios muy importantes.

Es una época interesante, con tanta tecnología, electrónica y nuevos sistemas de propulsión va a haber muchos cambios”, augura el director de proyectos de diseño de HME. Pero por muy profundos que sean esos cambios, opina que la esencia de un buen diseño seguirá estribando en un aspecto principal. “La prioridad es el control de las proporciones, ahí empieza la arquitectura de un buen diseño. La tecnología puede ser un recurso en detalles muy impactantes visualmente como la iluminación, pero para mí las proporciones marcan la diferencia entre un buen coche y uno que no transmita nada”, afirma.

Entre la tendencia bastante generalizada de estandarizar la línea de estilo dentro de una marca o que cada modelo que defiende sus intereses en cada segmento de mercado tenga su propia identidad, Eduardo Ramírez Carcamo vuelve a contraponer la escuela europea y la asiática. Concretamente la coreana. “Allí siempre se exige algo nuevo. De hecho la repetición puede llegar a verse como negativo, mientras en Europa existe la tendencia de reconocer la marca a través de sus elementos clave. Depende de con qué ojos se mire, pero yo sí creo en la evolución en el estilo de una marca. Hay aspectos que se pueden aplicar en varios modelos, pero siempre evitando caer en una uniformidad que hace casi imposible diferenciar un coche de otro”.

Hyundai Tucson: éxito de público y crítica

Desde que empezó a desarrollar su carrera como diseñador, Eduardo Ramírez Carcamo ha aportado su punto de vista y su arte en muy diversos modelos de Audi, Opel, Saab y ahora en Hyundai. En la marca coreana ha intervenido en vehículos de última hornada y que han supuesto una revolución dentro de su libro de estilo. Entre ellos, el nuevo Tucson que está teniendo una gran aceptación en el mercado europeo, español y también canario. Ha sido elegido Coche del Año en nuestro país y en ello ha tenido muchísimo que ver su estilo, rompedor incluso en un segmento en permanente evolución como el de los SUV.

“Es una señal de lo que es el diseño actual de la marca, pero es un producto y los siguientes seguirán mostrando esta dirección que no dejará de evolucionar. Hyundai está mostrando con la línea de sus coches la gran autoestima que tiene y la confianza que tiene en el futuro”, explica sobre lo atrevido de las formas del Tucson, un vehículo que acaba de ser distinguido con el premio iF de diseño, uno de los más importantes y especializados del sector. Para él, este reconocimiento mundial “supone la mayor satisfacción para un equipo como el nuestro. Por supuesto que es fantástico que las cifras de ventas lo conviertan en un éxito, pero hace mucha ilusión que sea reconocido a este nivel”.

 

 

 

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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Comentarios

1 Tengo un taller en la ciudad de la calera en chile y me gustaria saber como poder ser especialista en hyundai porfavor una respuesta Rodrigo meza gomez 15:56 29/08/2018

  • 1

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