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Progresos en el desarrollo de la sub-marca 'N'

  • Sin confirmación, el motor 2.0 Turbo podría rondar los 300 caballos

Después de que Hyundai diera a conocer en la muestra de Frankfurt 2015 sus planes sobre el desarrollo de una nueva sub-marca N poco o nada había trascendido hasta el momento sobre este proyecto. Para ponernos de nuevo en situación, el propósito era apelar a una conexión más emocional con el cliente ofreciendo una gama alternativa de modelos de gran rendimiento.  Esta se cimenta en las sinergias derivadas de su experiencia deportiva, principalmente en el Campeonato del Mundo de Rallies, pero sobre todo en la búsqueda  de un espacio exclusivo para aquellos modelos y versiones que se caracterizan por sus elevadas prestaciones.

Pues bien, el pasado fin de semana Hyundai Motor participó en el las 24 Horas de Nürburgring dando un paso más en su agenda para pulir detalles antes del sí definitivo al lanzamiento de la nueva sub-marca. La ofensiva se compuso de tres unidades, dos basadas en los modelos de producción -Hyundai i30 1.6 Tubo y Veloster- así como un i30 con motor 2.0 Turbo construido exprofeso para probar distintas soluciones destinadas a dar forma al proyecto 'N'.

Albert Biermann, 'Hyundai Motor Head of Vehicle Test and High Performance Development', explicó que "Las 24 Horas de Nürburgring ofrecen un banco de pruebas ideal. La inspiración tecnológica y la experiencia adquirida es esta prueba extrema acelerará nuestros pasos para construir diversión a través de nuestros modelos N".

Alrededor de un 40 por ciento del desarrollo del i30 2.0 Turbo es nuevo, incluida la transmisión, suspensión, amortiguadores además de las mejoras de otras áreas como el sistema de dirección al margen de elementos estéticos como los guardabarros más anchos, en la búsqueda de la puesta a punto óptima para sus vehículos.

Para hacernos una idea de la importancia de este proyecto, Hyundai Motor cuenta desde hace un tiempo con su propio centro de pruebas en Nürburgring con 3.600 m2 de instalaciones. Sus 73 curvas, pendientes del 17 por ciento y desnivel de unos 300 metros permiten simular en un corto periodo de tiempo lo que en carreteras convencionales correspondería a 150.000 kilómetros. Así con un plan intensivo y en una pocas semanas se pueden realizar una prueba de máxima exigencia realizando unas 480 vueltas al circuito equivalente a unos 10.000 kilómetros.

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