El desarrollo y paulatina implantación de los sistemas conducción autónoma necesitará de mejoras también en la infraestructura de carreteras para una interacción más fiable. Así se desprende de los estudios que ha venido realizando la marca de automóviles Audi -Digital Motorway Test Bed- con la colaboración del Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital del Estado de Baviera, en la autopista A9 entre Nuremberg y Múnich.
En este sentido, se ha apuntado la idea de que sería necesario modificar los materiales empleados para marcas los postes y guardarraíles con el objetivo de que reflejen las ondas de radar a más distancia y no se ocasionen interferencias en condiciones de lluvia o nieve. También es conveniente incluir sensores en el coche que en el futuro detecten las marcas de la carretera más fácilmente. Unas marcas especiales suplementarias en los lados de la carretera permitirán que, por medio de la cámara, los vehículos se localicen con mayor precisión a sí mismos en relación con las marcas de la vía.
Otras de las vías de investigación se centra el proyecto de comunicación "Car2Infrastructure". Este permite conectar el coche con los mensajes variables que emiten online las señales de tráfico y que van permanentemente guardándose y modificándose en la nube. Esta solución proporciona información directa sobre la situación del tráfico permitiendo al coche anticiparse a cualquier contingencia.
La transferencia de datos entre los coches mediante la futura tecnología de comunicación móvil LTE-V permitirá, a su vez, que estos se comuniquen entre sí incluso en zonas donde no hay cobertura de móvil. Esto hará posible mejorar las funciones relacionadas con la seguridad y la formación de un nuevo concepto asociado a la conducción pilotada, los 'trenes de carretera', donde distintos coches equipados con tecnología de conducción autónoma pueden formar un convoy para el ahorro de energía.
Gracias a la futura tecnología de comunicación móvil LTE-V, los módulos de transferencia de datos en los coches también están directamente conectados entre sí. Esta comunicación precisa permite que un vehículo se comunique con otro, incluso en zonas donde no haya cobertura de móvil. Además, la tecnología LTE-V hace posible nuevas funciones relacionadas con la seguridad, como las alertas de placas de hielo o la formación de los llamados “trenes de carretera”, donde automóviles que realizan una conducción pilotada pueden formar un convoy para el ahorro de energía.
